Como Ornaldo José Sánchez Castillo, de 18 años de edad, fue identificado el cuerpo hallado el pasado viernes en horas de la tarde en la carretera vieja a Yaritagua.
El joven, vestido de bermudas blancas y rayas verdes, además de un suéter negro con capucha y unos zapatos del mismo color, fue hallado por lugareños en la carretera vieja vía a Yaritagua en un estado avanzado de descomposición.
Su padre, Ornaldo Alberto Sánchez, quien se encontraba en el edificio conocido como La Morguecita en la mañana de ayer, en el Cementerio Nuevo del oeste de la ciudad, explicó que a su hijo lo raptaron dos sujetos a bordo de un vehículo negro mientras se encontraba acompañado con unos amigos en las adyacencias del centro comercial La Puerta, ubicado en la urbanización del mismo nombre a eso de las 2 de la tarde del jueves 9 de octubre.
«Unas cámaras de un comercio del lugar muestran que primero se bajó un sujeto armado y, luego se bajó otro, lo montaron a la fuerza en un carro negro y se lo llevaron», dijo el padre, mientras esperaba a los patólogos para hacer los estudios pertinentes que demuestren científicamente que se trata de su hijo. Sin embargo, Ornaldo no tiene duda que se trata del menor de sus dos hijos toda vez que las características de las prendas que llevaba coinciden con las vistas en la víctima. Además, un pequeño zarcillo de diamante tiene el cadáver en su oreja derecha que portaba su hijo.
Según lo descrito por el padre de la víctima, su hermana llamó a Ornaldo para invitar a ver un desalojo que se daba por el sector La Puerta, a pocas cuadras de su casa. El joven le indicó que iba en un rato pero, cuando intentaron llamarlo de nuevo a eso de las 4 p.m., el teléfono se encontraba apagado. Pasado el día, y tras no saber nada sobre el paradero del joven, los familiares se trasladaron hasta el GAES para hacer la denuncia, hasta que, ayer vieron los periódicos sobre el hallazgo del cuerpo sin vida y se dirigieron hasta la sede del camposanto.
El joven recién se habría graduado de bachiller en el liceo José Gregorio Bastidas de Cabudare, y quería estudiar «algo rápido» para ponerse a trabajar. Según su padre, Sánchez se la pasaba jugando baloncesto en la comunidad y siempre practicaba con sus amigos para las competencias.
El doliente desconoce si el asesinato de su hijo se trate de una venganza por problemas adquiridos con otras personas, pero confía que el cuerpo de seguridad de la Guardia Nacional Bolivariana esclarezca el caso.
Se conoció que, a quien describieron como un «muchacho tranquilo», no tenía tatuaje, y le habrían retirado los dientes incisivos superiores, además de recibir un disparo en la regional temporal izquierda de su cráneo.
Investigaciones avanzadas
Se conoció que las investigaciones sobre este caso están adelantadas debido a las pruebas obtenidas en los alrededores de la captura. Quedará de parte de los funcionarios dar con el paradero de los responsables.