Luego de diez meses de haber sido coronada Miss Universo, la venezolana María Gabriela Isler pudo realizar la tan esperada visita oficial al país, que había sido pospuesta el pasado mes de febrero.
“Molly” llegó a Caracas este martes, y ayer en la tarde sostuvo su único encuentro con los medios de comunicación del país. EL IMPULSO se hizo presente en la Sala de Preventa de Venevisión para conocer la experiencia de esta serena mujer a quien la fama le llegó de sorpresa.
A María Gabriela Isler, quien esta noche recibirá un especial homenaje en la coronación de la Miss Venezuela 2014, sólo le dieron una semana de permiso. La Organización Miss Universo la requiere de vuelta el próximo martes en Estados Unidos: irá a Miami, luego a Colombia, y más tarde cumplirá el periplo que le ha sido extendido hasta enero del 2015, cuando entregue su título a la nueva reina.
Es por ello que aprovecha al máximo sus días en Caracas y así lo dejó ver en el encuentro con los periodistas, donde no dudó en responder todas las preguntas; fueran laborales, personales y hasta políticas.
La Miss Universo 2013 llegó a la cita a las 3:50 de la tarde. Agradecida por la espera, recordó que en la mañana había podido desayunar una arepita y, además, compartió con algunos amigos.
“Vengo con más experiencias e historias bonitas para compartir. Tal vez si hubiese venido en febrero, no tendría tanto qué contar”, expresó “Molly” con una sonrisa que podría catalogarse de especial, si se toma en cuenta que cuando participó y ganó el Miss Venezuela, no le era fácil esta expresión en su rostro.
El concurso me cambió la vida
La ronda de preguntas comenzó.
-¿Qué diferencia hay entre la María Gabriela que se fue a concursar en el Miss Universo y la de ahora?
-Hay grandes cambios a nivel personal. Mi familia dice que soy una “niña de apartamento” y el concurso me cambió la vida. Primero me mudé a Caracas (desde Maracay) y me tocó enfrentarme a un mundo público para el que no estaba psicológicamente preparada, luego me tocó irme a Nueva York, donde he vivido experiencias con las que puedo afirmar que estoy realizada como ser humano. Ahora soy una “Molly” más segura.
-No le gustaba el maquillaje ni sonreír, ¿le costó adaptarse?
-Hay una frase de John Lennon que dice “la vida es eso que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes”. A veces no es lo que tú quieras hacer, sino lo que Dios tenga preparado para ti (…) yo no sabía sonreír ni caminar, pero descubrí que me encanta sonreír desde el alma. Yo no creía en mí misma.
-Muchas personas tampoco apostaban a usted mientras estaba en el Miss Venezuela, ¿qué les dice ahora?
-No los culpo porque yo no estaba preparada para ser miss; no lo soñaba, y por ende, tampoco lo transmitía, hasta que finalmente me sentí capaz de estar a la altura del compromiso.
María Gabriela Isler agregó que fue en las clases con los profesores José Rafael Briceño y Yugui López, donde descubrió su risa. “Eran clases dirigidas a mi espíritu”.
Otra Navidad “bajo perfil”
La noticia de que el Miss Universo 2014 había sido pospuesto para enero del 2015, tomó de sorpresa al público mientras la actual reina acepta que serán dos meses más de trabajo. “Será otra Navidad tranquilita, bajo perfil, por el título que ostento”.
De igual forma, aseguró que el “sobre tiempo” de su agenda lo cumplirá con el corazón y la frente en alto. “Voy a culminar esta etapa tranquila y feliz”, dijo la Miss Universo venezolana quien además está contenta de que la fiesta de la belleza universal se realice en Miami, donde están radicados una gran cantidad de venezolanos.
En relación a la posibilidad de que protagonice junto a Migbelis Castellanos un segundo “back to back” para Venezuela, dijo que no es un imposible. “Siento que ella (la Miss Venezuela 2013) hará un papel fabuloso en el Miss Universo”, contó “Molly”, quien confesó además que en la medida de sus posibilidades, le da consejos a la zuliana que busca junto a ella la hazaña que, en su momento, lograron Dayana Mendoza y Stefanía Fernández.
Todos queremos un mejor país
María Gabriela Isler no tiene problema alguno en expresar su opinión sobre la realidad que se vive en el país. “Soy venezolana y un ser humano, también siento lo que pasa”.
-¿Desde un penthouse en Nueva York, cómo se ven las injusticias de Venezuela?
-Las injusticias se ven, todas, desde cualquier lugar. Nos duelen desde un ranchito en Catia hasta el Palacio de Buckingham, porque todos queremos un país mejor (…) aunque no soy quién para juzgar los desaciertos de los políticos, creo en la justicia divina y en las decisiones de Dios.
-¿Estaría dispuesta a un encuentro con el presidente Nicolás Maduro?, ¿de qué hablaría?
-Estoy abierta a cualquier encuentro, siempre y cuando sea público para que la gente vea y escuche lo que pueda decir (…) creo que consistiría en un debate, para darle mi opinión como venezolana, porque quiero ser un factor de cambio en mi país, no una más de las que se va, sino de las que trabaje, con lo que tenemos, en busca de algo mejor.
La reina de belleza universal dijo que, más allá de querer conocer otros países y culturas, quiere recorrer Venezuela: desde los barrios de Catia hasta los pueblitos del Llano. “¡Qué más bonito que conocer lo que pasa en tu país y tener la posibilidad de ayudar! Antes de conocer las necesidades de otro lugar, quiero ver las de mi tierra”, enfatizó.
Sus respuestas llevaron a los periodistas a bromear con la posibilidad de que María Gabriela Isler quisiera ser alcaldesa (como Irene Sáez, Miss Universo 1981 y alcaldesa de Chacao en dos periodos). Fue el único momento donde se escuchó la voz del “Zar de la belleza” Osmel Sousa, quien la miraba en primera fila y dijo con simpatía: “No te metas en ese lío”.
Su relación con el Miss Universo
La venezolana no ha querido ser sólo una miss que cumpla la agenda que se le asigne. Ella ha querido acercarse a la estructura de trabajo de la Organización Miss Universo, por lo cual ha pedido que la involucren en reuniones, encuentros y conferencia para aprender cómo opera una organización internacional.
Ella no sólo ha “lanzado la puya” de que pueda haber otro “back to back” en el Miss Universo, también les ha manifestado sus ganas de que el concurso internacional pueda venir a Venezuela. “Lo he hablado, pero todos sabemos que por problemas sociales, económicos y políticos, no era el momento (…) de igual forma les dije que si lo hacen en Venezuela de aquí a tres años, yo lo animo”, expresó entre risas.
Después de entregar la corona del Miss Universo, “Molly” evaluará diversas propuestas laborales. Pero lo que sí tiene seguro es que continuará con su labor humanitaria, por lo cual está buscando asesores en Nueva York y Venezuela, a fin de orientar su intención de ayuda.
