El receptor venezolano Salvador Pérez había tenido una noche amarga en el duelo entre Reales de Kansas City y Atléticos de Oakland por el boleto a la Serie de División de la Liga Americana, pero el destino le brindó la oportunidad de resarcirse y lo hizo de la mejor manera al conectar el imparable ganador en la parte baja del inning 12.
En conteo de dos bolas y dos strikes, con la carrera de la victoria en la segunda almohadilla, el criollo pudo conectar un envío en slider de Jason Hammel para pegar un roletazo ceñido a la raya de la tercera base que no logró detener el antesalista Josh Donaldson.
En el trayecto a la inicial, Pérez ya sabía que el batazo era suficiente para que su equipo lograse la victoria y el ansiado pase. Alzó sus brazos y llegó a la inicial para celebrar junto a sus compañeros, mientras las gradas del Kauffman Stadium estallaron en júbilo, luego de 28 años sin clasificar a playoff.
«Estoy muy emocionado ahora mismo», declaró Pérez al culminar el compromiso. Ese inatrapable hizo que todos los seguidores del equipo olvidaran la terrible noche ofensiva que acompañaba al venezolano hasta ese momento.
El careta había fallado en sus cinco turnos previos. En par de oportunidades dejó corredores importantes en los senderos y nunca tuvo una buena selección de pitcheos. De hecho, en el imparable ganador frente a Hammel le hizo swing a un envío fuera de la zona de strike.
«Llevaba de 5-0 en el juego. Pero para ese turno me enfoqué mejor. Me lanzó un slider afuera y pude darle a la bola al frente», recordó el valenciano de 24 años.
Durante el compromiso, los Royals igualaron la marca de bases robadas en un juego de postemporada, al estafarse siete almohadillas. Esa misma cantidad consiguieron los Cachorros de Chicago (1907) y los Rojos de Cincinnati (1975) según ESPN Stats.
Para Salvador Pérez, el movimiento en las bases fue clave para conseguir la victoria. «Tuvieron la oportunidad de embasarse y buscaron la base adicional», relató el carabobeño, visiblemente emocionado durante la entrevista.
«Este fue uno de los juegos más increíbles en los que he estado», aseguró al portal web del equipo el mánager de los Reales, Ned Yost. «Nuestros fanáticos estuvieron increíbles. Nuestros muchachos nunca se rindieron. Fue, simplemente, un gran juego».
«Siempre tuvimos a los fanáticos detrás de nosotros», agregó el abridor de Kansas City, James Shields. «Fue asombroso en el club house. En realidad sentimos el apoyo de todos durante toda la noche, desde el primer pitcheo hasta el último. Esto definitivamente lo hicimos por ellos».
Tras la algarabía y la celebración, los Reales de Salvador Pérez, Alcides Escobar y Omar Infante buscan desde este mismo jueves picar adelante en la Serie Divisional frente Los Ángeles Angels en el primer duelo de la serie.
El zurdo Jason Vargas será el encargado de abrir el juego por Kansas City, mientras el derecho Jered Weaver iniciará por el conjunto de casa en el Angel Stadium de Anaheim.
El otro duelo de la jornada lo protagonizan Tigres de Detroit y Orioles de Baltimore en el Oriole Park en el primero de la serie que otorga el pase a la final del circuito joven.