Se casaron en agosto tras el noviazgo que mantenían desde 2005 y ahora el esposo de Angelina Jolie, el oscarizado Brad Pitt, ha concedido una entrevista a la revista GQ.
En ella, el actor no duda en afirmar que «la felicidad está sobrevalorada» cuando le preguntan por la estabilidad que le aporta su rutina de hombre casado. Una declaración sorprendente que Pitt ya ha repetido en más de una ocasión, y es que él entiende la vida como una sucesión «de victorias y derrotas». Lo que sí ha reconocido es que el matrimonio es «algo más»que una simple firma en un papel.
El actor explica que vive un momento «muy snob» con los directores y que no para de decir «no» a muchos de los que llaman a su puerta. «Tengo que decir que «no» todo el tiempo. No es la palabra más poderosa en nuestro negocio pero tienes que protegerte. Para salir de casa, tiene que merecer la pena salir. Tiene que valer la pena», narra para la citada publicación.
En ello también influye su papel como hombre familiar, que antepone a su profesión. Pitt quiere ver crecer y madurar a sus hijos «antes de que se marchen de casa». Claro que si se tiene en cuenta que al matrimonio se le calcula una fortuna de 385 millones de dólares, y a él en concreto de 240 millones, no tendrá problema en elegir bien los ritmos con los que conducir su vida.