El actor de Hollywood George Clooney y la bella abogada Amal Alamuddin oficializaron este lunes en la sede del ayuntamiento de Venecia su boda civil, clausurando así un fin de semana de festejos memorables en la ciudad de Marco Polo.
La pareja, que provocó un frenético interés en La Serenísima con tres días de lujosas celebraciones nupciales, llegó al palazzo Cavalli, construido en el siglo XIII, alrededor del mediodía (10H00 GMT), en una lancha rápida con el nombre «Amore».
Allí, Clooney y Alamuddin firmaron ante el ex alcalde de Roma y cinéfilo Walter Veltroni, viejo amigo del actor, director y productor de cine estadounidense, la documentación oficial que los une legalmente, tal como exige la ley italiana.
Una ceremonia corta y sobria que selló uno de los fines de semana más mundanos vividos por Venecia, que se llenó de estrellas y paparazzi en ocasión de la que ha sido llamada la boda del año. Clooney, uno de los solteros más codiciados del mundo, llegó al ayuntamiento vestido con un elegante traje gris, mientras Alamuddin optó por un conjunto de pantalón y blusa crema con un sombrero de ala ancha.
Ningún miembro de la comitiva de invitados asistió a la ceremonia de diez minutos en la alcaldía, tras la cual los recién casados se trasladaron al aeropuerto para embarcarse en un vuelo privado con destino Londres.
A la llegada de la pareja al ayuntamiento, un gato negro atravesó la plaza, un presagio, según el grupo de empleados que manifestaba contra los recortes y la corrupción que azotan esa ciudad, tras la detención domiciliaria en junio del alcalde.
«Es oficial, el hombre ideal dejó de estar libre», comentó la turista inglesa Jane Hipkin, quien viajó para la ocasión.
Según una fuente cercana a la pareja, la luna de miel ha sido programada en Marrakech, una de las ciudades más bellas y turísticas de Marruecos.
La pareja, que se conoció hace un año en Venecia, escogió la ciudad de los canales para celebrar su enlace.
Una comitiva de amigos de Clooney, entre ellos las estrellas de Hollywood Matt Damon, Bill Murray, Cindy Crawford, su esposo Rande Gerber, asistieron a las lujosas fiestas, marcadas por las medidas de seguridad para proteger la exclusividad del evento.
Clooney entre protestas y admiradores
Los derechos de esta megacelebración han sido otorgados a la revista Vogue por una millonaria cantidad que los novios destinarán a obras de caridad, según adelantaron varios medios de comunicación italianos.
Los gritos de protesta de la gente común furiosa por el mal manejo de Venecia no pudieron ser cubiertos por las de las eufóricas admiradoras Clooney, que esperaron desde temprano su ingreso al ayuntamiento.
Clooney y su esposa de 36 años constituían una elegante pareja el domingo, cuando encabezaron una flotilla de botes a lo largo del Gran Canal, después de bailar casi hasta la madrugada.
«La boda fue más que perfecta. Fue al mismo tiempo suntuosa y sencilla», comentó a la AFP Rami Alamuddin, el padre de Amal, refiriéndose a la ceremonia informal celebrada el sábado. «Hacen muy buena pareja», agregó.
«Es una excelente noticia en medio de las malas noticias que recibimos actualmente», añadió, refiriéndose a la violencia en Medio Oriente y en Líbano, donde nació la recién casada.
La pareja – ella, una célebre abogada londinense especializada en derechos humanos, y él, el galán de Hollywood conocido por sus posiciones democráticas – fue asediada durante su permanencia en Venecia por decenas de fotógrafos, lo que le quitó romanticismo y privacidad a las celebraciones.
Durante una breve salida pública, Clooney, de 53 años, accedió al pedido de la multitud de que mostrase su anillo, una alianza ancha de oro blanco, y miró sorprendido su mano derecha.
El anillo de Alamuddin era más delicado, y parecía una delgada alianza de pequeños diamantes.
La pareja se dijo «Sí, quiero» el sábado al anochecer durante una ceremonia privada e informal en el palaciego Hotel Aman Canal Grande de Venecia, el único de siete estrellas en Italia, antes de festejar con una lista de invitados célebres.
Clooney, quien desde hace años es propietario de una mansión en el norte de Italia, ya estuvo casado anteriormente con la actriz Talia Balsam, que actúa en la serie de televisión «Mad Men», pero la pareja se separó en 1993, poco antes de que él comenzara el papel que lo convirtió en un símbolo sexual mundial en la serial «ER».
Amal Alamuddin trabajó en la Corte Internacional de Justicia en 2004 y entre sus clientes tiene a la ex primera ministra ucraniana Yulia Timoshenko y a Julian Assange, el fundador de Wikileaks.