La windsurfista luso-brasileña Carolina Borges reveló hoy que abandonó los Juegos Olímpicos horas antes de la primera regata porque está embarazada de tres meses y por la falta de “apoyo financiero y moral” de la representación portuguesa.
“Estoy embarazada de tres meses y el campo de las primeras regatas de clase iba a ser lejos y por tanto muy peligroso para mí“, declaró en una entrevista, publicada hoy por el diario deportivo “A Bola”
“Si hubiese tenido el apoyo de un entrenador, las cosas hubieran sido diferente y hubiera corrido el riesgo”, añadió.
La atleta envió ayer un correo electrónico al jefe de la misión olímpica portuguesa, Mário Santos, cuatro horas antes de la competición, alegando razones médicas y personales.
La noticia causó sorpresa y revuelo en Portugal, donde las Olimpiadas empezaron con mal pie, por la eliminación de la judoca Telma Monteira y el abandono de Borges.
La delegación portuguesa consideró la decisión “inaceptable”, por lo que decidió cancelar su acreditación y abrió un proceso de investigación sobre el caso, que puede obligarla a restituir el apoyo recibido por el Comité Olímpico.
La windsurfista participaba por primera vez con la selección portuguesa después de haber representado a Brasil en los Juegos de Atenas en 2004.
Borges se quejó por la “gran falta de consideración” y los compromisos financieros sin cumplir de la Federación Portuguesa de Vela y el Comité Olímpico portugués.
“Nunca recibí los subsidios a los que tenía derecho. Además, no tuve apoyo ninguno. Ni financiero ni moral. Firmé una cosa diciendo que iba a recibir dinero y hasta ahora no recibí todavía nada”, denunció.
Borges, de 33 años y nacida en Brasil, es nieta de un portugués que emigró solo y durante meses en barco a la antigua colonia lusa y quería “homenajear” a su abuelo con una medalla para su país.