El músico colombiano Carlos Vives y la actriz estadounidense Zoe Saldaña recibieron el jueves los premios Herencia Hispana, en una ceremonia en Washington que incluyó un homenaje a inmigrantes menores de edad detenidos en la frontera sur de Estados Unidos.
Los premios Herencia Hispana fueron creados por la Casa Blanca en 1987 como parte de las conmemoraciones anuales por las contribuciones de la comunidad latinoamericana a Estados Unidos.
Entre los premiados también se contó con el enormemente popular mariachi texano Pepe Aguilar y al ex pelotero Bernie Williams, nacido en Puerto Rico y ganador de cuatro Series Mundiales con los Yankees de Nueva York.
Los invitados a la ceremonia en el teatro Warner también dedicaron una extensa ovación a un grupo de integrantes del legendario 65º Regimiento de Infantería del ejército estadounidense integrado por puertorriqueños, «The Borinqueneers».
Vives, vestido casi completamente de negro, fue sin dudas el astro mayor de la fiesta y cantó la canción «Volví a nacer», antes de dedicar el premio «Legend» a aquellos que «se han sentido dueños de mi música, porque todos somos un solo pueblo».
El cantautor colombiano, quien ya vendió más de 17 millones de discos en su trayectoria, fue reconocido especialmente por su trabajo actual en apoyo a comunidades marginadas en Colombia a través de la música.
En tanto, Saldaña (nacida en Nueva Jersey de padres dominicanos) recibió el premio «Vision».
Aguilar recibió el premio de «Master of the Arts» y ya lleva 12 millones de discos vendidos, cantó una canción para saludar el «crisol multicultural maravilloso» que representa la comunidad latinoamericana en Estados Unidos.
En tanto, Williams, quien después de abandonar los diamantes del béisbol se dedicó a su carrera de guitarrista clásico y ya fue nominado para un premio Grammy, recibió el máximo premio en la categoría «Deportes».
La fiesta, conducida por los actores estadounidenses Edward James Olmos y Judy Reyes, arrancó con un momento de homenaje a los miles de inmigrantes menores de edad y sin compañía de adultos que se encuentran detenidos en la frontera con México después de ingresar clandestinamente a territorio estadounidense.