Quienes residen o visitan Barquisimeto, de paso hacia otras ciudades, no pueden menos que sentirse decepcionados por la existencia en plena vía de inmensos basureros públicos establecidos por ciudadanos.
En efecto, en el tramo entre el distribuidor San Francisco y el de Pavia, la Circunvalación Norte está convertida en una extensión del vertedero municipal.
Sobre todo en sentido sur-norte, los promontorios de bolsas con desperdicios ocupan amplias extensiones del hombrillo de la arteria vial sin que hasta ahora ninguna autoridad, municipal o regional, se haya decidido a aplicar sanciones a quienes están empeñados en dar mala imagen a la capital larense.
Algunos de esos desadaptados no sólo lanzan la basura en el hombrillo sino también en la isla central, demostrando con su actitud su poca disposición de contribuir para que la ciudad presente una buena imagen a sus visitantes o a quienes pasan hacia centro u occidente.
De acuerdo a vecinos de esa zona del oeste de la ciudad, en algunas ocasiones desde Imaubar se han llevado a cabo operativos de recolección de los desechos sólidos acumulados en ese tramo, pero al cabo de pocos días la irregularidad retorna por falta de autoridad que aplique sanciones a quien sea sorprendido cometiendo tan repudiable infracción.
“Los que echan aquí la basura son unos cochinos a quienes no les importa la ciudad. Pienso que así se comportarán también en sus casas”, dijo el conductor de una camioneta que se detuvo ante la presencia del reportero gráfico que tomaba fotos de uno de los lugares hoy convertidos en basureros.
Recientemente cuadrillas de Imaubar recogieron unos cuantos camiones de desperdicios del vertedero ilegal ubicado cerca del distribuidor Pavia, dejando el sitio completamente limpio, pero la limpieza duró poco pues los malos ciudadanos reiniciaron su mala práctica y el basurero reapareció.
Algunos han planteado la posibilidad de cercar el sector para evitar que esos enemigos de Barquisimeto continúen dejando allí sus desperdicios, o establecer vigilancia permanente que permita la identificación y detención de los infractores para aplicarles las ordenanzas municipales.
Mientras eso no ocurra, la Circunvalación Norte, entre los distribuidores San Francisco y Pavia, seguirán convertidos en gigantescos basureros públicos.