Al menos la mitad de los vuelos de Air France en todo el mundo fueron cancelados el lunes cuando los pilotos comenzaron una huelga de una semana, molestos porque la aerolínea esté trasladando empleos y operaciones a una operadora de bajo coste para seguir el ritmo a sus competidores.
Los problemas de la empresa son similares a los de otras aerolíneas de bandera europeas que enfrentan la competencia de las de bajo costo en rutas cortas y de las del Golfo Pérsico en los tramos largos.
En el caso de Air France-KLM, la legislación laboral francesa hace que sea complicado y caro para las empresas despedir empleados o ajustar contratos en momentos de dificultades financieras. La compañía anunció la semana pasada un plan de inversión dirigido a ahorrar 1.000 millones de euros (1.300 millones de dólares) en los próximos años y dijo que transferirá buena parte de sus operaciones europeas -y empleos- a la firma de bajo coste Transavia.
Los sindicatos de pilotos de Air France han rechazado el plan y convocado una huelga de una semana empezando el lunes para pedir que se mejoren sus condiciones laborales contempladas en el plan de ahorro de la compañía.
Air France instó a los pasajeros a cambiar o posponer sus viajes, estimando que sólo podía garantizar el 48 por ciento de los vuelos el lunes.
Sólo la mitad de los vuelos de Air France en los aeropuertos de Charles de Gaulle y Orly operaban el lunes por la mañana, según la autoridad de aeropuertos de París. Los pasajeros se arremolinaban en los mostradores de la empresa para intentar cambiar sus billetes y los vuelos cancelados se retiraron de las pantallas de salidas y llegadas.
«Pensé que pasaba algo cuando vi que mi vuelo no estaba en la pantalla de salidas», comentó la turista austriaca Alice White. «Espero estar de vuelta en Viena a tiempo para llegar a trabajar».
Un representante sindical de los pilotos de Lufthansa dijo que el martes no trabajarían en el aeropuerto de Fráncfort, impidiendo las salidas de la aerolínea más grande de Alemania desde su aeropuerto de más tráfico. Ambas partes están inmersas en una disputa en torno a la demanda de los pilotos de que Lufthansa siga pagando un extra por transición a los que quieren la jubilación próxima. La aerolínea quiere recortar esos pagos.