Luego de tres días sin registrarse homicidios en el estado Lara, este domingo en la madrugada, en el inicio de la celebración del cumpleaños 462 de la ciudad de Barquisimeto, dos hombres fueron acribillados a tiros en la avenida San Vicente con calle 55 del sector Brisas del Aeropuerto, al oeste del municipio Iribarren, cuyo cuadrante pertenece a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Al parecer, Eliécer David Castillo Cordero, de 31 años, y Jhonny Antonio Uranga Mejía, de 39 años, se encontraban tomando mientras veían la pelea de boxeo entre Marco Maidana y Floyd Mayweather. Aproximadamente a las 4:00 de la mañana se les acabó el licor, por lo cual decidieron trasladarse hasta la licorería El Milagro, a dos cuadras y media de la casa del mayor de los hombres para comprar.
Nadie, como ya es costumbre en estos casos, observó lo que pasó, lo cierto es que a los vecinos de la zona se les interrumpió el sueño al escuchar gran cantidad de detonaciones, las cuales eran los impactos de proyectiles que les propinaron.
Uranga Mejía quedó tirado en la esquina. Vestía jeans azules con chemise a rayas azules con blanco y zapatos deportivos. Recibió múltiples disparos.
Castillo Cordero, a quien se le conocía como El Chino, llevaba puesta una franela azul, correa blanca, jeans azules y zapatos deportivos. Su cadáver quedó al otro extremo de la calle, también con gran cantidad de impactos de proyectiles.
Las investigaciones preliminares apuntan a que pudiera manejarse como móvil la venganza, debido a que no les robaron ninguna pertenencia.
Alrededor de la escena del crímen se encontraban los familiares de ambos fallecidos, quienes se mostraron consternados ante lo ocurrido y con sus lágrimas expresaron la tristeza de perder a un miembro del grupo familiar.
Los fallecidos quedaron registrados por ser víctimas del segundo doble homicido del mes.
Al sitio del suceso se apersonaron los funcionarios del Eje Contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Lara, quienes hicieron la recolección de evidencias a fin de adelantar las averiguaciones del caso.
Era comerciante
Los familiares de Uranga Mejía se acercaron hasta la morgue del Hospital Antonio María Pineda, desde donde informaron que el hombre tenía años trabajando como comerciante en una empresa de confitería. Además dejó tres hijos huérfanos de 10, 11 y 18 años de edad.
Según Johan Uranga, sobrino del fallecido, estaba divorciado y vivía con sus padres y algunos de sus 14 hermanos.
“A mi otro tío le avisaron a las 4:20 am que su hermano estaba tirado en la calle, pensó que estaba ebrio y lo vino a buscar pero cuando llegó se encontró con la terrible escena”, manifestó el joven.
Comentó que no conocía a El Chino, incluso que lo había visto en dos oportunidades junto a su tío. “No sabemos qué pudo haber pasado. Los habitantes del lugar cuentan que como a las dos de la mañana también escucharon varios disparos”.
Junto al hombre estaba Ana Rangel, cuñada de la víctima, quien no escatimó para resaltar la inseguridad que se vive en Venezuela. “Tenemos que encomendarnos a Dios y su justicia porque no hay Gobierno. ¡Esto se acabó!”, dijo tajantemente.
Describieron a Uranga Mejía como un hombre excepcional, como buen padre. “No esperé verlo así”, expresó la mujer, quien recordó que viven en una constante zozobra. “La inseguridad reina y más porque por aquí pasaba El Vengador matando como quería”.
