Familias de por lo menos diez comunidades campesinas de la parroquia José María Blanco, municipio Crespo, protestaron este martes cerrando la carretera Duaca-Barquisimeto por la falta de atención que desde la alcaldía y la gobernación dan a los problemas que confrontan.
“Estamos desesperadas porque nadie nos resuelve nuestra delicada situación por falta de agua y por el mal estado en que se encuentra la carretera”, dijo Zenaida Rodríguez, una de las amas de casa.
Un considerable grupo de mujeres y hombres se ubicaron poco después de las tres de la madrugada en el sitio conocido como El Samán, en las afueras de El Eneal, impidiendo el paso de vehículos desde y hacia Duaca.
Estaban presentes vecinos de Tinajitas, El Parseño, El Callao, Camboralito, La Peñita, Tucuragua, Agua Salada, Campo Alegre, Sorajito, El Guamal y otros caseríos del suroeste del municipio.
“Prometiste Miguel (alcalde), maquinarias y no has mandado ni una carrucha”, “También queremos agua por tubería, como Yucatán”, se leía en dos de las pancartas.
Explicaron que son más de 5 mil las personas afectadas por la carencia del vital líquido pues nunca les ha llegado por tuberías y últimamente ni por cisternas pues el único camión que les surtía se accidentó y no lo han reparado desde la alcaldía.
Hasta ahora, según afirmaron, sólo han recibido promesas por parte de políticos en campañas electorales, “pero después que cogen el coroto se olvidan de las comunidades”, dijo una de las manifestantes.
El cierre de tan importante vía, el segundo en lo transcurrido del mes de septiembre, provocó largas colas y el lógico congestionamiento en entradas y salidas de El Eneal.
“Queremos al alcalde, queremos al alcalde aquí”, gritaban algunas de las mujeres presentes.
La mayoría se quejaba de que, pasadas las diez de la mañana, ningún representante de la alcaldía de Crespo se había presentado a hablar con los manifestantes.
Sólo un oficial de la Policía Nacional Bolivariana acudió a las diez y media para tratar de convencerlos de nombrar una comisión que se trasladaría a Duaca a hablar con la primera autoridad municipal de Crespo o un funcionario con poder de decisión.
La propuesta, en principio, no tuvo acogida entre los participantes en el cierre de la vía pues algunos exigían la presencia del alcalde Miguel Valecillos en el sitio.
“Ese alcalde no sale de su oficina y mucho menos sabe del estado en que se encuentra lo que llaman carretera de Agua Salada”, manifestó Sebastián Castro.
La cola seguía creciendo en ambos tramos, aunque algunos conductores buscaban vías alternas, algo prácticamente imposible debido a que muchas calles de la población se encuentran obstruidas por zanjas abiertas para la instalación de tuberías.
Pero los manifestantes continuaban en El Samán a la espera de alguna información por parte de los integrantes de la comisión que fueron hasta Duaca a hablar con alguna autoridad sobre su problemática.
“Esa carretera no sirve para nada, llevamos años pidiendo la reparen pero nada, cada vez está peor y hasta los puentes se están cayendo por falta de mantenimiento”, afirmó Esperanza Lucena, otra ama de casa.
“No es posible que sí estén preocupándose por llevar agua de Duaca a los que van a vivir en Yucatán y nosotros condenados a seguir muriéndonos de sed”, expresó otra.
La protesta se extendió hasta el mediodía cuando los manifestantes recibieron otra promesa de solucionarles sus problemas y se retiraron, aunque no muy confiados.
