Desireé Carolina Abreu, esposa del soldado Rafael Ángel Rodríguez Riera, de 26 años, aseguró que su pareja no iba a vender la granada que le explotó y ocasionó su muerte.
“Se dijo que la iba a vender pero eso es falso, porque nunca tuvo mala conducta, incluso su jefe me dijo que dio la talla como militar”.
Comentó la dama que los anhelos de la pareja cada día crecían, pues esperaban ver grandes a sus tres hijas de cinco, tres y un año de nacidas, a quienes mantenía con lo obtenido de su trabajo.
“Esta semana se iba a trasladar para la frontera porque le salió cambio a él y a otros 20 compañeros”.
Según el relato de Abreu, el día de los hechos, Rodríguez Riera estaba de guardia con dos soldados y presuntamente estaba manipulando una granada cuando le explotó.
“Hasta ahora no sabemos qué tipo de granada era la que usaba porque aún las autoridades no se han manifestado”.