La industria de la construcción en el estado Lara está confrontando actualmente una seria crisis por falta de los insumos más necesarios, lo que incide en el incremento del desempleo en esa rama.
Lo advirtió así el ingeniero Francisco Mendoza, presidente de la Cámara de la Construcción de la entidad durante su participación en un foro conversatorio, conjuntamente con Orlando Chirinos y Pedro Peña, de los sindicatos de trabajadores del cemento y de obreros de esa industria, respectivamente.
Mendoza calcula entre el 70 y el 80% la cantidad de obras que en la entidad se encuentran paralizadas, no sólo por falta de cemento sino también de cabillas y otros insumos.
Consideró grave la situación al tomar en cuenta que de 180 mil trabajadores de la construcción existentes en la entidad, sólo unos 120 mil, directos o indirectos, tienen empleos temporales debido a esas paralizaciones.
El ingeniero Mendoza estima necesaria la instalación de mesas de trabajo con la participación de todos los entes vinculados a la industria como son los gobiernos, nacional, regional y municipal, constructores y trabajadores.
Dijo que a esas carencias se agrega la de divisas para la importación de repuestos necesarios para reparar equipos.
Al salir a relucir los argumentos de las cementeras de que el 80% de su producción está destinada a la Misión Vivienda, lo puso en dudas, presumiendo que la escasez puede ser provocada por la comercialización del producto “por los caminos verdes” o la especulación.
Aclaró que los constructores particulares o públicos no sólo hacen viviendas pues hay otros focos de trabajo.
Orlando Chirinos, por su parte, dijo que la situación en la fábrica local de cemento continúa igual, con una producción reducida.
Recordó que cuando ocurrió la expropiación de CEMEX la producción era de 4.7 millones de toneladas métricas anuales y en la actualidad está en 3.5.
Cree que parte de la debacle del retroceso en la industria del cemento es responsabilidad de militares.
Chirinos tampoco está muy convencido de que el 80% de la producción cementera en Lara sea destinada a la Misión Vivienda, como argumentan desde sectores oficiales, por lo que cree indispensable inspecciones a la comercialización del producto que, a pesar de estar regulado el saco en 16.80, en la misma planta lo venden hasta en 80 bolívares.
Nuevamente denunció el despido de que fue víctima, pese a gozar de fuero sindical y sin haber incurrido en una falta grave.
Pedro Peña, del Sindicato de Trabajadores de la Construcción, también planteó la delicada situación de la masa laboral por la falta de fuentes de empleo debido a la escasez de cemento y cabillas principalmente.
Los tres coincidieron en la necesidad de mesas de trabajo para buscar solución al problema.
