La abogada Indira Suárez, coordinadora del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Iribarren, explicó que si bien la institución no maneja una estadística de infantes y jóvenes en situación de calle, el procedimiento para sacar a un niño de ese estado de vulnerabilidad está en manos de las autoridades encargadas de preservar el orden público.

“Los funcionarios policiales tienen esa atribución. Son los que pueden realizar el procedimiento correspondiente a la hora de ver a un niño o adolescente en situación de calle”.

El agente debe custodiar al infante y trasladarlo de inmediato al Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes para dictar la medida que competa, según sea el caso.

“En la mayoría de los casos estos niños se encuentran en la calle porque no tienen familiares. La medida de protección que más se aplica es la denominada abrigo, decisión de carácter excepcional y especificada en el artículo 127 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna)”.

El artículo establece que el abrigo es una medida provisional y excepcional, dictada en sede administrativa por el Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, que se ejecuta en familia sustituta o en entidad de atención, como forma de transición a otra medida administrativa de protección o a una decisión judicial de colocación familiar o en entidad de atención o de adopción, siempre que no sea posible el reintegro del niño, niña o adolescente a la familia de origen.

De cero meses a 11 años reciben a niños y niñas en la Casa Abrigo Fortunato Orellana, calle 50 entre carrera 19 y avenida Pedro León Torres. También en Berea Internacional, situada en la avenida Libertador.

En el caso de adolescentes está la Casa Abrigo Barquisimeto, en la carrera 17 con calle 60. Únicamente para hembras con medidas de protección y responsabilidad penal.

Casa Taller Eneal es otro lugar de abrigo para adolescentes varones. “En oportunidades nos presta apoyo La Ciudad de los Muchachos para casos de emergencia”, dijo la abogada.

Rol de la sociedad

La Lopnna establece la corresponsabilidad de Estado, familia y sociedad, señala la entrevistada.
Apunta que la causa principal de esos niños en situación de calle tiene su origen en el seno familiar. “Hoy día vemos muchas familias disfuncionales.

La mayoría de los abusos sexuales son cometidos por padrastros, según los casos que atendemos”, indicó Suárez.
Agregó que la sociedad no está asumiendo su responsabilidad.

“Muchas veces los ciudadanos se muestran indiferentes hacia las situaciones de abuso y frente a los niños en situación de calle. No actúan, no informan al respecto. Los mismos funcionarios policiales no realizan el procedimiento legal correspondiente”.

El Consejo dicta las medidas de carácter administrativo, el orden público lo establecen los cuerpos de seguridad, son los que deben actuar en primera instancia, reitera.

Posteriormente, el consejero de protección escucha al niño y de acuerdo a lo que diga es remitido al psicólogo para que este lo evalúe. El consejero preguntará sobre su familia, dónde estaba, dónde vive, si estudiaba, por qué estaba en la calle, si estaba solo o con otras personas.

Se le hace seguimiento al caso y las entidades de atención también tienen esa atribución, a través de sus equipos multidisciplinarios, de conocer más detalles sobre el menor.

El Estado debe generar programas de atención y casas de abrigo.

“Para nadie es un secreto que estas instituciones muchas veces están abarrotadas. En estos lugares no sólo hay niños de la calle, también se encuentran infantes que por ejemplo son agredidos por papá o mamá y uno de ellos omite el maltrato, convirtiéndose en cómplice y, si no hay otro familiar que pueda proteger al menor, se envía a esas casas de abrigo”.

Las calles, dijo, se han convertido en escenarios violentos y peligrosos a cualquier hora del día. Qué puede esperar un niño de la calle si ocurren homicidios y robos con frecuencia.

“No sólo puede convertirse en un delincuente, sino que está expuesto a maltratos, abusos, explotación, hambre, insalubridad y adicciones”.

Fenómeno urbano

El portal en línea venezuelaideal.com cita que los niños en situación de calle “son una cantidad no censada de niños y adolescentes que desarrollan actividades en la calle y constituyen un fenómeno urbano. Hay niños y adolescentes que viven en la calle, por lo general separados de sus familias, en condiciones extremas de vulnerabilidad e indefensión”.

Se agrupan, según la investigación, en aquellos niños que viven y pernoctan en la calle fuera del hogar familiar debido a que han roto sus vínculos familiares y desarrollan estrategias de sobrevivencia en la calle, incluidas las actividades marginales de ingreso como la mendicidad y ciertos trabajos en la economía informal.

Y aquellos que han huido de sus casas, a menudo como consecuencia de malos tratos psicológicos y físicos o abuso sexual.
La Unicef (1997) establece las siguientes diferencias: niños en peligro, que viven en la casa pero son susceptibles de huir de ella; niños de la calle, que viven en la calle de forma más o menos permanente y niños en la calle, que permanecen parte del día en la calle, generalmente trabajando para sus padres.

El portal en línea revela que hablar de niños en la calle, es referirse también a niños en situación de pobreza crítica. “Todos tienen causas comunes: desempleo, padres ausentes, alcoholismo y adicción a las drogas, abuso físico y sexual, asistencia escolar deficiente”.