Solo tres meses depués de romper remarcablemente el dominio del Barcelona y el Real Madrid en el título de Liga, el técnico del Atlético de Madrid, el argentino Diego Simeone, advierte que repetir esta proeza será casi imposible.
«En Liga (…) el equipo verá durante el año a dónde puede a apuntar, pero ahora nuestra realidad es mirar al Sevilla, Valencia, Bilbao, que son contra los que intentaremos luchar para ocupar esa plaza importante que da acceso (directo) a la Champions», afirmó el lunes.
«Hemos incorporado con 95 millones siete u ocho jugadores», el Real Madrid «con 95 consiguieron dos, por eso hay un poquito de diferencia ¿no?», subrayó.
La otra gran diferencia es que con el éxito le llegó al equipo otra lucha: la de conservar a sus jugadores. El máximo goleador Diego Costa y el lateral izquierdo titular Filipe Luis se unieron al portero belga Thibaut Courtois en su retorno al Chelsea, tras una cesión de tres años en la capital española.
El dinero obtenido con estos traspasos fue reinvertido en el prometedor trio de atacantes formado por el francés Antoine Griezmann, el croata Mario Mandzukic y el mexicano Raúl Jiménez, pero el mayor éxito del Atlético cara a la nueva temporada fue mantener a Koke, el uruguayo Diego Godin y al brasileño Miranda pese al interés del Barça y el Bayern Múnich.
En comparación, el Real Madrid ha gastado más de 100 millones de euros (133 millones de dólares) en reforzar la escuadra que se alzó con los títulos de la Champions League y de la Copa del Rey la pasada temporada sin tener que realizar ninguna venta significativa, aunque Ángel di María podría dejar el club antes de que se cierre la temporada de traspasos.
Su mediocampo, ya muy bien cubierto, se ve ahora reforzado con el campeón del mundo alemán Toni Kroos y con el máximo goleador del mundial, el colombiano James Rodríguez, mientras que el guardameta costarricense Keylor Navas rivalizará con Iker Casillas por la titularidad de la portería.
«Creo que tenemos un equipo mejor que el año pasado, porque hemos fichado a tres jugadores que van a dar más calidad», afirmó el lunes el entrenador italiano Carlo Ancelotti.
Pero de los tres aspirantes al título, es el Barcelona el que sufrió los cambios más significativos, buscando recuperarse tras su primera temporada sin títulos en seis años.
El primero en cambiar fue el entrenador: el excapitán Luis Enrique reemplazó al argentino Gerardo Martino con la esperanza de dar a a su antiguo equipo el mismo impulso que le dio Pep Guardiola.
Con una prohibición temporalmente suspendida de fichar durante dos periodos de traspaso (que entrará en vigor en enero de 2015), el club azulgrana se mostró muy activo en el mercado, atrayendo al controvertido delantero uruguayo Luis Suarez, a la cabeza de un gasto total de 150 millones de euros.
Suárez no podrá jugar hasta finales de octubre después que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) mantuviese su sanción de cuatro meses sin partidos oficiales por moder al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil.
Sin embargo, podría volver para el primer clásico entre Real y Barça en el Santiago Bernabeu el fin de semana del 26 de octubre.
El principal desafío de Luis Enrique será encontrar la combinación ideal para que Suárez, Messi y Neymar funcionen juntos mientras buscan sacudirse la decepción de sus selecciones en el mundial.
Persisten sin embargo los interrogantes sobre la defensa del Barcelona, pese al fichaje del francés Jeremy Mathieu al Valencia y del excapitán belga del Arsenal Thomas Vermaelen.
El chileno Claudio Bravo y el alemán Marc-Andre Ter Stegen han llegado para luchar por reemplazar a Víctor Valdés en la portería azulgrana.
Además de los tres grandes, el Sevilla, vencedor de la Europa League, fue el que más se movió para intentar volver a la Champions League con Gerard Deulofeu -cedido por el Barça-, el internacional argentino Ever Banega y Iago Aspas del Liverpool.
También el Valencia debería volver a la pugna después que el empresario singapurés Peter Lim completase su adquisición del club, con el internacional español sub-21 Rodrigo como gran fichaje.