El aguacero y los fuertes vientos registrados la tarde y noche de ayer en la ciudad de Barquisimeto, dejaron casas sin techos y catorce árboles caídos.
El personal del Cuerpo de Bomberos del estado Lara y funcionarios del servicio de emergencia (171), atendieron los llamados de urgencia realizados por comunidades de los cuatro costados del municipio Iribarren.
Al cierre de esta edición, las autoridades no habían reportado heridos o fallecidos producto del fenómeno natural. Sin embargo, revelaron que la situación más dramática se vivió en la calle 7 del sector Negra Matea, de El Jebe, donde aproximadamente a las cinco de la tarde, se desprendió el techo de la humilde residencia habitada por la familia Vargas.
La propietaria, Ana María Vargas quien no pudo contener el llanto y la desesperación por el repentino evento, dijo: “Nos llevamos un susto muy grande. En ese momento estábamos diez personas en el interior de la vivienda, entre ellos siete niños y tres adultos. El techo se movía por el ventarrón, pero nunca imaginamos que esto pasaría. Lo primero que hicimos fue resguardar a los muchachos en el baño, el único sitio que quedó fuera de peligro”.
Los vecinos pidieron ayuda e inmediatamente un equipo bomberil se acercó al lugar para socorrer a los afectados. Aunque la señora Ana María aseguró que los profesionales “dejaron el daño intacto”, ni siquiera acomodaron el pedazo de lámina que quedó colgando, tampoco desalojaron a una dama de la tercera edad que por nervios prefirió quedarse en el inmueble. Según la portavoz solo apuntaron los datos para levantar el informe, luego se retiraron.
Para el grupo familiar esta es una tragedia. Se quedaron sin la nevera, el televisor, mesas y sillas, mientras los infantes perdieron algunas prendas de vestir y calzados que se empaparon con el aguacero, además artículos escolares que guardaban en unas mesas.
“Quedamos a la deriva” repetía en medio de la tristeza Ana Vargas. Le preocupan sus hijos y sobrinos, porque las condiciones de la casa no están dadas para ocupar el área.
Ante la pérdida, la dama solicitó a los entes con competencia, asistencia inmediata. Por ahora aspira a que los lleven a un refugio y les reparen el techo.
Se desploman árboles “enfermos”
En distintos puntos de la ciudad, se desplomaron varios árboles de diferentes proporciones: unos sobre las vías públicas, vehículos y otros en el cableado eléctrico. El mayor Jesús Ramos, de la estación central de los Bomberos, señaló que la gran mayoría de los arbustos por su antiguedad, estaban débiles, “enfermos”, por eso la fuerza de los vientos huracanados los derrumbó.
Con motosierras, apartaron los restos de los troncos. Parte de los reportes fueron realizados desde la Ruezga Norte cerca de la quebrada, la calle 54 entre carreras 18 y 19, avenida Los Abogados, San Lorenzo viejo, Tierra Negra, El Jebe, El Manzano (se desprendió el techo de la iglesia) y Sabana Grande vía Duaca.
Señalizaciones, vallas publicitarias y láminas también volaron por los aires a toda velocidad. Esto ocurrió en el parque El Cardenalito y en el Edificio Bell, cerca de la avenida Lara, pero por fortuna no ocasionaron daños de ningún tipo.
Fallas eléctricas
Los apagones, como de costumbre se produjeron al final de la tarde. El servicio estuvo interrumpido por varias horas en la zona norte, sur y este de Barquisimeto.
A través de un comunicado la empresa estatal Corpoelec, indicó que una cuadrilla hizo los trabajos de recuperación de cargas en las zonas que quedaron a oscuras.
Aparentemente, los problemas en la zona del este surgieron porque un cable de alta tensión se desprendió en la avenida Morán con calle 22. El alumbrado y los semáforos se descontrolaron.
En Río Claro, parroquia Juares, la situación fue similar. Los árboles cayeron sobre las líneas de alta y media tensión.