La directora del Departamento de Planificación y Control Urbano (DPCU), Zulay Briceño, respondió a las acusaciones del presidente del Concejo Municipal, el oficialista Alejandro Natera, por someterla al escarnio público.
Natera ha señalado que Briceño tendría intereses sobre terrenos del Triángulo del Este, negociados en la gestión de Henri Falcón. Sin embargo, la directora del DPCU desmintió esas declaraciones.
Las acusaciones iniciaron con el debate por la reforma legal del Proyecto de Desarrollo Urbano Local (PDUL).
Natera habría asegurado que “desmontó el negocio del PDUL” y cargó directamente sobre Briceño al asomar que ella asesoraba al Grupo Hispania, inversionista en el polémico Triángulo del Este.
“Me alude intentando mancillar mi trayectoria profesional. No se lo puedo permitir. Soy profesional de la arquitectura, con 24 años de graduada”, dijo.
Admitió que sí trabajo para el Grupo Hispania, pero antes de prestar su servicio al Municipio.
“Toda vez que los concejales no ostentan inmunidad parlamentaria, me reservo las acciones civiles, penales y administrativas por el ejercicio desmedido e infundado del poder, en su posición como concejal”, agregó la directora del DPCU.
Reiteró que iniciará acciones legales contra el concejal. Entre los cargos, podría agregar difamación.
Pero no ofreció más detalles. Hasta ahora, el caso lo estudia el Departamento Penal de la Alcaldía de Iribarren, que sirve de asesor jurídico de Briceño.
Calificó de “irresponsable” la actitud de Natera.
Sin derecho de palabra
El 8 de abril del año en curso, Briceño envió una carta a Natera, donde solicitaba una revisión del PDUL.
En la misiva, la arquitecto indicó las faltas y errores en la ordenanza del proyecto. Pero el concejal nunca respondió al llamado, contó.
“En la modificación que se está planteando se tienen previstos unos cambios de zonificación que son nulos. Por otra parte, los temas de viviendas productivas y zonas de protección deben revisarse”, advirtió.
Igualmente, dijo que desconoce la orientación que el oficialismo le dio a ese comunicado.
Por otra parte, Briceño denunció que en la última sesión del Concejo, la bancada roja negó su derecho de palabra para leer una carta abierta a Natera, en rechazo a las agresiones.
La petición fue desviada y quedó fuera de lugar, sentenció.