Impresionista, surreal y hasta gótico, de concepto depurado y de sueños infinitos, así es la propuesta artística de Laura Williams, una “aspirante a fotógrafa”, una joven británica que expone estos autorretratos tan extraños y extravagantes como fascinantes e interesantes
El escenario parece extraído de un film de dibujos animados. Su propuesta, tan original como ingenua, comienza a darle la vuelta al mundo. Se trata de una interesante serie conceptual que juega con la ilusión óptica, el mágico e infinito universo de “clickquear” y hacer visible lo invisible. Laura Williams es autodidacta y descubrió su pasión por la fotografía hace poco más de cinco años. Se describe como fotógrafa aspirante, pero su nombre ya es viral en las redes sociales pues más de 900 mil visitas en su cuenta de Flickr dan cuenta de un trabajo con motivo ingenuo pero de trazos artísticos.
Sentada en el suelo, sobre la grama, la joven artista de Cambridgeshire, estudiante universitaria del Reino Unido, sostiene un espejo, con él juega a crear una serie de surrealistas y fascinantes autorretratos, pero además, juega a esconderse, busca ser libre y menos obvia de lo que pueden llegar a ser otro tipo de fotografías. “Algo que sugiera, que intrigue y engañe al ojo”, cuenta la joven.
Además, intenta transmitir una historia con detalles muy simples, piezas que invitan a descubrirla y descifrarla. Aspectos evidentemente surrealistas, impresionistas y góticos se hacen presentes en sus fotografías, cada uno inspirado por elementos como naturaleza, música, luz e incluso reconocidos fotógrafos como Kyle Thompson y Alex Stoddard, dos jóvenes que están destacando en internet por su trabajo conceptual, con un estilo muy similar al de ella.
“sueños extraños de la naturaleza”, así quiso definir su obra, se trata de retratos que engañan al ojo humano, que hace que un pensamiento real se convierta en invisible por arte de magia… a la vista de todos, que denotan una reflexión brillante en la forma de interpretar una cautivadora, efímera e inexistente realidad. Para ella todo pasa por el simple hecho de que la cámara nunca miente.
Al momento de la producción, la “aspirante a fotógrafa” utiliza máscaras, emplea en ocasiones humo u objetos suspendidos en el aire, con ellos promueve la ilusión mágica y se suman sus conocimientos en la rama del diseño gráfico aportándole herramientas de incalculable valor artístico a su proyecto.
Detrás de su rostro evidentemente adolescente, se encuentra una artista emergente, que logra plasmar imágenes fascinantes con una frescura natural. “La inspiración puede llegar en cualquier instante. No puedes saber cuándo y cómo lo haces, ni en qué momento la estás buscando. Tampoco quiero algo concreto, sólo surge, de repente”, culmina la joven artista.