“A nuestros altos ejecutivos nunca les interesa lo que ya uno tiene en el mercado. Quieren saber que hay de nuevo» Daniel J. McDonald, gerente general, División de Salud Ocupacional y Productos de Seguridad de 3M.
Cuando ustedes tengan una idea, lo que deben hacer es buscar un padrino. Es casi imposible desarrollar y dirigir un nuevo negocio interno y al mismo tiempo proteger los flancos políticos, por esta razón los empresarios internos necesitan padrinos activos. El papel de estos consiste en ver que el proyecto obtenga los recursos necesarios y al mismo tiempo aplacar a los que se sienten amenazados por la innovación. En efecto, muchos empresarios internos tienen varios padrinos, unos en los niveles inferiores que se encargan del apoyo cotidiano necesario y otros en un nivel superior, que paran los golpes estratégicos que podrían aniquilarlo.
Debemos entender que un padrino es distinto a un mentor, aún cuando en algunos casos una misma persona puede desempeñar ambos papeles. La relación del mentor es muy personal y no se preocupa tanto de métodos nuevos de satisfacer las necesidades del cliente, como de las maneras de conciliar las necesidades personales con la vida de la empresa. A los mentores les conciernen tanto las estrategias de una carrera como las estrategias de negocios, mientras que al padrino atañen los problemas técnicos, opciones de mercadeo, las maneras de ayudarlos a ustedes a presentar sus ideas a la gerencia y la intervención detrás de bastidores para mantener vivo el proyecto.
La existencia de padrinos y protectores es tal vez el aspecto más importante del clima empresarial interno y por fortuna el que más directamente puede controlar el empresario. Para encontrar un padrino, no es necesario reestructurar la compañía. Basta con establecer confianza mutua con quien este en posición de protegerlos a ustedes y a sus ideas.
Los que se dedican al oficio de padrinos, allanan tres de los más serios obstáculos a la actividad empresarial interna: la falta de recursos, el dinero nervioso y los ataques políticos.
Los sistemas y la burocracia de una empresa, generalmente rechazan toda cosa nueva. Los grupos del estado mayor apabullan a los empresarios internos, exigiéndoles informes, múltiples aprobaciones, comités de seguridad y muchas otras trabas que retrasan el progreso y ahogan la iniciativa. Por eso se necesita un padrino fuerte que proteja el proyecto de los que se quejan de todo. A veces esto se logra con sólo hacer saber que el padrino no tolerara interferencias, pero otras veces se necesitarán estrategias menos directas.
Definitivamente, los padrinos ayudan a mantener a los empresarios internos en las empresas, no sólo evitando que los despidan. También protegiéndolos de ese sentido de impotencia que engendra el pertenecer a una determinada organización y dándoles el control de los recursos que necesitan para realizar sus visiones, creando en torno a ellos un ambiente que hace que valga la pena continuar en la empresa.
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