Marco Scutaro es un pelotero acostumbrado a los cambios. Firmado inicialmente por los Indios de Cleveland en 1994, fue enviado seis años después a los Cerveceros de Milwaukee y en 2002 tomado vía waivers por los Mets de Nueva York, con quienes debutó en las Grandes Ligas. Al año siguiente el gerente Billy Beane le puso el ojo y pasó a los Atléticos de Oakland; tras cuatro temporadas, fue cambiado a los Azulejos de Toronto; estuvo en 2010 y 2011 con los Medias Rojas de Boston, y este año comenzó su tránsito con los Rockies de Colorado, hasta que este viernes en la tarde los Gigantes de San Francisco se hicieron de sus servicios en una transacción que involucró al camarero de ligas menores Charlie Culberson y dinero.
Para el nacido en San Felipe, ponerse un uniforme diferente se ha convertido en algo habitual; sin embargo, este de San Francisco posee un sabor diferente. «Es primera vez que soy cambiando en la mitad de la temporada», dijo a su llegada a la bahía quien participó en 95 juegos con los rocosos y concluyó bateando para .271, con cuatro cuadrangulares y 30 carreras remolcadas.
«Entiendo que esto es un negocio y lo bueno es que ahora estoy en un club que posee oportunidad de estar en los playoffs», agregó.
Y es que con Colorado la posibilidad de avanzar a la postemporada estaba a nivel de milagro. Los de la rocallosas son últimos en la División Oeste de la Liga Nacional, la misma que lideraban ayer en la tarde los Gigantes con récord de 55-44 (.556).
Para Marco fue como ir del infierno al cielo en cuestión de minutos. Este sábado, apenas llegó al estadio AT&T Park de San Francisco, el yaracuyano fue alineado como tercera base en reemplazo de su compatriota Pablo Sandoval, quien fue a parar a la lista de incapacitados con una lesión en el tendón de la corva izquierda.
En once campañas en las mayores Scutaro ya sabe lo que es acudir a un playoff y probablemente en 2012 asista nuevamente a esa instancia.
En 2006 con los Atléticos encaró a los Mellizos de Minnesota en la Serie Divisional de la Americana y golpeó cuatro dobletes en 12 turnos para promedio de .333. En esa ocasión los elefantes verdes barrieron en tres encuentros a los del club de las ciudades gemelas con Johan Santana a la cabeza y posteriormente cayeron en la Serie de Campeonato con los Tigres de Detroit, gracias a un jonrón decisivo en el cuarto juego del entonces jardinero Magglio Ordóñez.
«No es un secreto que estábamos buscando profundidad y experiencia», sentenció el gerente general de San Francisco, Brian Sabean. «Y Scutaro es un pelotero que puede jugar en cualquier parte del terreno», agregó. Refiriéndose a su ritmo nómada en las mayores, Scutaro no descarta volver a los Rockies. «Me encanta Colorado, desafortunadamente, la temporada no estuvo al nivel que quisimos. Yo seré agente libre al finalizar la zafra y no desestimó volver con los muchachos, creo que los Rockies va a ser un estupendo equipo pronto».
Lo cierto es que la experiencia de Marco no está de más en un equipo como el de los Gigantes, club que además se ha convertido en una pequeña embajada criolla.
