Que mis hijos tengan lo que yo no tuve

Despertares
Esta frase en boca de unos padres puede tener dos lecturas: una buena y educativa y otra mala y educativamente dañina. La primera refleja el deseo de que los hijos tengan lo necesario para estudiar, formarse como hombres de bien, formar un hogar y ganar plata. Nada tenemos que objetar a unos padres que piensan así.
La otra lectura va en la línea de llenarlos de comodidades, que probablemente no tuvieron sus padres, y que no desean que sus hijos pasen por las carencias que ellos tuvieron. En ambos planteamientos hay deseos nobles y la eficacia educativa dependerá de lo que se considera necesario en cada caso, de la personalidad que tenga el niño, y de cómo se entienda la comodidad.
Aquella anécdota del niño rodeado de máquinas, cables, tabletas, que le pregunta a su padre qué utilizaban en su época cuando no había tantos inventos y éste le contestó: -¡Utilizábamos la cabeza!
Para comenzar hay que decir que la carencia, en sí misma, no es mala. Muchas veces es un estímulo para estudiar más, “matar tigritos por su cuenta”, aprender a ahorrar etc. Siempre recuerdo al Dr. Américo Negrette, insigne médico zuliano quien afirmaba que sus “chores” no decían “Pierre Cardin” ni X, sino “Central Venezuela” porque su madre se los confeccionaba con las bolsas de fique que esa empresa utilizaba para repartir sus productos.
La virtud de la templanza que es todo lo contrario al derroche, al capricho y a todo lo que provoca, es una virtud –hábito bueno- que encauza las energías humanas para mover el molino de todas las virtudes. Esto es así porque nos convierte en “dueños de nosotros mismos” e impide que seamos títeres de nuestra frágil voluntad, y de la voluntad de otros.
Cuando solo queremos darles a los hijos lo que nosotros no tuvimos, los vamos convirtiendo en autómatas, al educarles solo con estímulos externos. Los despersonalizamos, los convertimos en muñecos movidos por voluntades ajenas. Y creyendo educarles mejor, los privamos de nuestro tiempo, que es lo que más necesitan.