Estudios científicos ya habían demostrado que las guapas son más egoístas o que la simetría es el principal rasgo para parecer más atractivos. También que las mujeres prefieren a los hombres con mandíbulas fuertes y que el género masculino se fija más en aquellas que tienen un índice de cadera-cintura bajo. Gustos que ahora varias investigaciones relacionan con algo que debería estar lejos de la apariencia física: el sueldo.
Varias investigaciones de los últimos años van por esa línea. Un trabajo publicado en la revista Psychological Science demostró cómo las personas con mejor apariencia física no solo ganan más, sino que además tienen una vida más fácil. Las conclusiones de ese estudio fueron que las madres son más afectuosas con los bebés más «monos», que los profesores prestaban más atención a los estudiantes más atractivos y que en su vida adulta la gente «guapa» ganaba más. Pero no es todo. Incluso a la hora de sentarse ante un juez tener buena apariencia es sinónimo de éxito: las estadísticas que los investigadores han manejado demuestran que las condenas son más livianas cuanto más atractivo sea el culpable.
La revista The Atlantic ha publicado una recopilación sobre cómo la belleza influye en el mundo laboral. Según la Universidad de Wisconsin, las acciones suben de valor si el CEO de la empresa sale por televisión y es guapo. Otro estudio demostró que se gana un 2% más cada año por cada centímetro que tengas de más entre el 1,73 y el 1,82. También que si eres más atractivo que el 67% de los compañeros de trabajo puedes llegar a ganar más de 170.000 euros a lo largo de toda la vida. Estos estudios también revelan que, en Estados Unidos, las que peor paradas salen son las mujeres blancas con sobrepeso.
Ahora, un equipo de investigadores formado por gente de laUniversidad de California, el London Business School y la Universidad de Columbia han demostrado que los hombres con elrostro ancho son mejores negociadores que la gente con un rostro más fino. Esta capacidad de negociación hace que puedan optar a un sueldo mejor, según recoge The Antlantic.
Pero no solo influye el físico, también la inteligencia. Otro estudio ha revelado la conexión entre ambas: las personas que con 16 años son más altos que la media son más inteligentes en el futuro.
Pero todo esto no son más que teorías y estudios para explicar qué ocurre en la oficina. Al final, ni los empleadores ni los compañeros pueden conocer el potencial verdadero del trabajador hasta que no se pone manos a la obra.