Según Edilfredo León, director de Seguridad y Orden Público de la Gobernación del estado Lara, el cuerpo de la Policía del estado Lara, designará a 20 funcionarios más para cada municipio.
La intención, indica León, es reforzar la labor de cada uno de los prefectos de dichas regiones para hacer cumplir las disposiciones que sobre la venta del alcohol existen.
«La idea es poner énfasis en la venta del alcohol» dijo León, mientras asistía a la inauguración de los juegos nacionales de privados de libertad que se realizarán este fin de semana en las instalaciones del Centro Penitenciario David Viloria, antiguo Centro Penitenciario Centroccidental, conocida como Uribana.
De igual forma, el director regional de la Seguridad hizo referencia al caso de funcionarios de Polilara implicados en el asesinato de una mujer en el punto móvil del Jirahara. En este sentido, León explicó que ya se inició el procedimiento interno mediante el cual se determinarán las consecuencias que acarrearán las acciones de los tres implicados, que pueden concluir en la baja definitiva de estos agentes u otras sanciones alternativas, considerando que ya los implicados directos fueron enviados a Tocuyito.
66 muertes en el mes
Durante el séptimo mes del 2014, en el estado Lara, se registraron 66 muertes violentas. De esa cifra, resalta la muerte del escolta del diputado Orlando Miranda, Frank Enrique Torrealba Almario, de 33 años, quien fue asesinado en la entrada a su casa cuando este llegaba con el político procedente del banco.
Unos motorizados lo interceptaron y le propinaron varios disparos, causándole la muerte en el sitio. Al hombre le quitaron una pistola 9 milímetros y un bolso con dinero. Ocho días después, y tras un enfrentamiento, funcionarios del Cicpc ultimaron a Alejandro Emilio Gutiérrez García, alias El Chispeado, quien supuestamente participó en dicho homicidio y fue quien huyó del sitio con lo robado.
En otro hecho, también se destaca la muerte de Elicar Rebeca Chirinos, de 37 años, quien presuntamente ofrecía servicios sexuales junto a su hija, y fue asesinada cuando un funcionario de Polilara, activó de forma accidental su arma. El hecho se produjo en La Ribereña.
