Sin tregua
Quien observe y analice con “cabeza fría” los discursos del candidato a expresidente notará, sin lugar a dudas, que una de sus estrategias es usar todos los recursos de retórica, miedo, atracción o amenazas para retener sus votos, para que no “se le escapen”. Tiene, pues, mucho de defensiva. Su más celebre de los últimos días fue, en pocas palabras: “pueden quejarse del gobierno y de los problemas, pero no pueden votar por “la burguesía” porque aquí lo único que importa es Chávez”. Es repugnante su narcisismo y egolatría, pero en realidad, en el fondo, es obvio que intenta frenar el deslave de electores suyos, trata de que la decepción por su pésima gestión de gobierno no se convierta en avalancha de votos para la Alternativa Democrática. Está intentando frenar el derrumbe.
Hay, por supuesto, muchos otros ejemplos que usted, mi estimado lector, puede hurgar en el recuerdo de otras frases, lemas y acciones. Está a la defensiva, tratando de contener el alud, es una constante. Cuando “mete miedo” con que “las misiones serán liquidadas” de ganar Capriles, no solo miente, sino que intenta que aquellos que están dependientes de las dádivas –porque empleos buenos no se han creado– se asusten y no se le escapen aunque estén muy descontentos. En fin, hay una churrimbiamba de ejemplos más. Incluso han ordenado a dirigentes comunales meter miedo con desalojos y otras mentiras. Siempre tratando de frenar el deslave que está ocurriendo.
Ahora bien, ¿Ese deslave se podrá medir o es solo una posibilidad que se siente en la calle? Hay de las dos cosas, el deslave tiene varios años manifestándose,cada vez más con más fuerza. Y es fácil demostrarlo sin recurrir a encuestas. Nelson Rampersad, dirigente nacional del MAS, entró a la página del CNE, buscó “resultados electorales”, y puso en nuestras manos los siguientes datos: 2006, en Sucre, ganó Chávez con ¡73 %! de los votos contra 26% – ventaja aplastante de más del 46% -. Pero y… ¿Qué pasó en 2010? En las elecciones parlamentarias en las que la campaña del “gobierno” y el Psuv eran con el rostro de Chávez – no mostraban los candidatos – con lemas como “vota por los que dice Chávez”. “Vota por los de Chávez”. Miren el resultado que muestra el CNE: Chávez “ganó” pero con apenas el 51.4% de los votos contra 47.4% de la Unidad. El derrumbe de Chávez significó que perdió el 21% y la Unidad ganó la misma cifra: 21 %. Eso es un terremoto en el piso oficialista. No tengo dudas que desde septiembre 2010 a hoy, el deslave sigue. El desastre económico, político y social se ha profundizado. ¿O no?
¿Ese derrumbe de la popularidad de Chávez es solo el caso aislado de Sucre? Veamos Anzoátegui. En 2006, Chávez obtuvo 374 mil votos para un 61.2% mientras la Unidad logró 235 mil votos que significaron un 38.4 %. Tan amplia ventaja se esfumó en 4 años. El deslave de votos, hartos de engaños, fue tan grande que en 2010, la Unidad ganó Anzoátegui con 323 mil votos el 52.2%, subiendo 90 mil votos; mientras Chávez cayó a 278 mil, el 44.9 %, perdiendo alrededor de 100 mil votos. ¿Y Monagas? Está por verse con cuantos votos perderá Chávez dada la soberbia y arrogancia con que trataron al “Gato” Briceño.
¿El desastre de Chávez es solo en Oriente? Pues no. La cosa es nacional. Y sabemos lo que sucede en los estados más poblados del país: Zulia, Carabobo, Miranda. También en Táchira. ¿Y el municipio Libertador de Caracas? En otras palabras, la Caracas del centro y el oeste. En 2006 Chávez ganó con 658 mil votos, 62.7%, pero en 2010 perdió al caer a 484 mil, 47,7% ¡Perdió hasta 175 mil votos en cuatro años!. La Unidad que había logrado 387 mil votos, 37 %, subió a 484 mil 844, es decir, 100 mil votos más, para un 47.8 %.
Y aquí, en Lara, en 2006, Chávez ganó con 515 mil votos para un 66.4% contra 257 mil, 33% de la Unidad. Pero tanto abuso, atropello y falta de diálogo, terminaron por producir la ruptura del gobernador Falcón con el chavismo. En 2010, hubo 3 listas. El Psuv “ganó” con un “pírrico” 40.7% con 247 mil votos. Perdió nada menos que 270 mil votos y el 26%. El segundo lugar fue para la Unidad con 220 mil votos para un 30 % y el tercero para la alianza que apoyó al gobernador Falcón con 28.4 % y 207 mil votos. Hoy, la Unidad incluye a la Avanzada Progresista que dirige Henry Falcón. No se si se pueden sumar automáticamente todos y cada uno de esos votos que sumarían 430 mil y un 59%, pero sin duda, aquí somos mayoría.
Hay más ejemplos. Aragua: Chávez perdió 21% de sus votos. Mérida: perdió en 2010, aunque había ganado en 2006. ¿Y en Bolívar? La ventaja lograda por Chávez en 2006 que era de 68.5%, 371 mil votos, contra 36.2 %, 168 mil votos, se redujo drásticamente a una diferencia de sólo 2.7 %. Porque Chávez sacó 257 mil votos para un 50.3% contra 243 mil votos de la Unidad, 47.6% en 2010. Se termina el espacio. La tendencia es muy clara. Por eso el discurso de Chávez apunta al desespero, a tratar de frenar el derrumbe. Ni siquiera intenta crecer ni ganar ningún votante nuevo. Solo trata de detener el derrumbe. Pero digamos como Moisés Moleiro: “será inútil”.