De madrugada, a las cuatro, un grupo de familias de Tierra de Loza 1, sector Cerro Blanco 1, entrada a Bobare, se colocaron en la carretera con restos de árboles y otros objetos con el fin de protestar.
El grupo principal estaba conformado por los integrantes de diez familias, aunque otras del sector también se les unieron en solidaridad.
Querían llamar la atención sobre la necesidad que tienen, de que les construyan viviendas dignas que sustituyan las de barro o latas viejas donde viven desde hace cierto tiempo.
“Aquí no podemos vivir bien, en estos ranchos que se llueven, son muy calurosos y se están cayendo con las lluvias”, dijo Dominga Hernández, una de ellas.
Igualmente hablaron, Naila Rodríguez, Carmen Evíes y Astrid Rodríguez, también vecinas de Cerro Blanco 1, al lado de la planta procesadora de frutas y hortalizas, con la que no se sienten muy contentas.
La protesta la mantuvieron hasta las seis y media, aproximadamente, cuando, según denunciaron, llegó un piquete de policías y les retiró agresivamente, igual que los obstáculos que habían colocado en la vía, con los que durante dos horas y media impidieron el tránsito automotor.
Según denunciaron, tuvieron que correr hasta los arbustos para no ser golpeados por los uniformados.
Cuando ya comenzaba a formarse la cola de vehículos se reanudó el tránsito, aunque no hubo funcionario alguno que atendiera sus peticiones.
Posteriormente varias de las participantes en la protesta dijeron haber tocado varias puertas, incluyendo Corpolara, con la esperanza de que algún organismo les solucionara el problema habitacional que están confrontando.
“Hasta ahora no nos han dado ni esperanzas, sólo mamaderas de gallo, y vamos a quedar en la calle en cualquier momento”, expresó una de las Rodríguez.
Pero dijeron no estar dispuestas a quedarse quietas en el reclamo de viviendas dignas que consideran justo.
Además, pidieron la intervención de autoridades sanitarias para que les resuelvan el problema de contaminación que les está causando la vecina planta procesadora.
“Ellos echan las aguas servidas fuera de sus instalaciones y los malos olores no se pueden aguantar, a ninguna hora, pero en el mediodía es peor, y los niños se nos están enfermando por eso”, afirmó Dominga.
Pidieron a quienes dirigen esa procesadora, buscar solución a ese problema o tendrán que volver a protestar en la carretera pues no pueden soportar más la contaminación, puntualizó Carmen.