La Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), es una de las academias que ha realizado acuciosas investigaciones de los textos de la Colección Bicentenario.
Mediante talleres, diversos expertos de la escuela de Educación se han dado a la tarea de debatir la estructura de los contenidos y manifestar sus recomendaciones en función de mejorar la calidad educativa del país.
En este apartado, se tratará el área de Lengua y Literatura, pulsando el juicio de las docentes Blanca Rodríguez y Sonia Polini, quienes desde el mes de febrero han realizado importantes aportes desde el seno de la UCAB.
En primer lugar, las especialistas puntualizaron que esta materia es la que menos problemas enfrenta en comparación a las demás. Sin embargo, detallaron que se presentan fallas en el tratamiento didáctico de los temas, por cuanto están desvinculados de la realidad y la enseñanza global del lenguaje.
“Hay que revisar el tratamiento didáctico de los temas y de las actividades propuestas, pues en muchos casos resulta descontextualizado y contrario al enfoque comunicativo funcional. Cuando hablamos de competencia comunicativa implica conocer no sólo el código lingüístico, sino también: qué decir, a quién y cómo decirlo, de manera apropiada, en cualquier situación dada; todo aquello que implica el uso lingüístico en el contexto social determinado. Y un ejemplo de descontextualización es la referencia que se hace de la manzana, nabo y cocherito, palabras que no son del uso frecuente del español hablado en Venezuela”, explicó Rodríguez.
Limitada estimulación de procesos cognitivos
Al consultarle si los contenidos estimulan la evolución cognitiva del alumno, la catedrática respondió que este proceso no se desarrolla de manera adecuada, por tanto precisó que los docentes deben intervenir directamente en esta labor.
“Entendiendo lo cognitivo en su significado más amplio, unión del conocimiento, información y práctica para lograr el aprendizaje, dependerá en gran medida de la actuación del docente; cómo lo hace partícipe del proceso de aprendizaje, tomando en cuenta su contexto, familia, competencias particulares y generales”.
Al igual que en otros ejemplares, en Lengua y Literatura se mantiene la tendencia de presentar los temas con menor complejidad a lo acostumbrado, un modelo simplista que genera un estancamiento en el nivel del aprendizaje del alumno.
“Está presente una gran disonancia entre las páginas destinadas para el contenido de los temas de la cátedra y las páginas de los textos. Ejemplo: el libro de segundo grado, presenta 48 páginas de contenido programático y 90 de textos de lectura y el de quinto grado, presenta 63 páginas de presentación de temas y 100 de diferentes textos de lectura”, detalló Rodríguez.
A su vez, la experto puntualizó algunos errores de ortografía y sintaxis, que a su criterio son inconcebibles en un texto de tales características. No obstante, explicó que los autores han corregido estas fallas con la aparición de las últimas ediciones.
“Se observan algunos errores de edición y de ortografía. Aunque, en posteriores reediciones, tomaron en cuenta las sugerencias y los corrigieron. Por ejemplo, el pretérito ubiera o hubiese (falta h en hubiera), que se puede apreciar en la página 91 del libro de sexto grado. Y también otro caso como Pello ´e guama, en la página 132 sexto grado”.
Ilustraciones deficientes
Por otra parte, la profesora Polini calificó de deficiente el nivel de las ilustraciones de los textos, considerando que sus elementos iconográficos no se adecuan al nivel de exigencia del alumno y no incentivan su atención y estimulación a la lectura.
“Las ilustraciones de educación básica parecen de preescolar, son deficientes y extremadamente simples. No impulsan a la creatividad. Deben mejorarse la calidad del papel, impresión, diagramación, estructura, edición y contenidos”.
Poco incentivo a la innovación
Polini continuó su interpelación sosteniendo que los contenidos de la Colección Bicentenario no incentivan a la innovación e investigación del estudiante, pues las actividades se centran en objetivo básicos que no corresponden con la profundización de los temas.
“Aunque se observan algunos aspectos resaltantes como las tareas grupales o con la familia, existe una desvinculación entre el tema planteado y la actividad de prueba. Por ejemplo, le dicen al alumno que debe crear su propio cuento, pero lo dejan hasta ahí. Es decir, que no explican la estructura básica del cuento ni los tipos de elementos de redacción que se deben utilizar”.
Por otra parte, la especialista recalcó que no se evidencian elementos políticos ni propaganda a empresas estatales en los libros, al contrario de las demás áreas de conocimiento.
Educación improvisada
Por último, Polini criticó el modelo educativo que se trata de imponer en el país, pues considera que es improvisado.
“Existe una gran incongruencia, y muestra de ello es la repartición de textos antes de los resultados de la consulta educativa. Esto es un gran nivel de improvisación, lo que nos hace estar más lejos de la soberanía del conocimiento. Primero se debería presentar formalmente un currículo, después se procede con la formación de los docentes y por último se entregan los elementos educativos”.
Recomendaciones de los especialistas
– Para potenciar el uso del libro de texto se debe ofrecer un manual para el docente.
– Los maestros deben promover la interrogación de textos a nivel literal, inferencial y crítico.
– Proponer la producción de textos escritos atendiendo a la autorregulación del proceso en las fases de planificar, redactar y revisar.
– Verificar el tratamiento didáctico de los temas y de las actividades propuestas, pues en muchos casos resulta descontextualizado y contrario al enfoque comunicativo funcional.
– Promover el uso eficaz y eficiente de la ortografía y la gramática vinculadas a los textos escritos que se producen en el aula.
– No se debe sacrificar los contenidos programáticos, por ejemplo, los textos informativos y argumentativos.
– Adaptar las actividades al modelo funcional de la Lengua y Literatura
– Profundizar en los contenidos
– Mejorar la calidad de las ilustraciones