“Ay mi hija”, lloraba desconsolada la madre de una pequeña de cuatro años que fue ingresada a las 4:30 de la madrugada de ayer, sin signos vitales al ambulatorio María Sequera de Tamaca, al norte de la ciudad.
Las causas de la muerte no están claras y funcionarios del Eje Contra Homicidios del Cicpc la trasladaron hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, para descartar que la pequeña presentara alguna patología que no haya sido diagnosticada o si fue negligencia en su hogar.
Tres días enferma
La pequeña comenzó a presentar el viernes diarrea y fiebre, por lo que sus padres la llevaron hasta el CDI de Las Sábilas. Allí le indicaron dos medicamentos: amoxicilina y ampicilina, ambos antibióticos. A pesar de la medicación la infante continuaba igual, por lo que el sábado sus padres la trasladaron hasta el ambulatorio de Tamaca y allí ordenaron exámenes de laboratorio para saber si el cuadro que presentaba era viral o infeccioso. Mientras tanto prescribieron acetaminofén para la fiebre y malestar general y sueros de enterogermina, que le pararían la diarrea.
Aparentemente, y según lo que indicaron los padres, a las 4 de la mañana de la madrugada de ayer le dio un dolor en el pecho y relajó sus esfínteres causando que la pequeña evacuara e inmediatamente cayó inconsciente. La familia de inmediato la llevó al ambulatorio de Tamaca, pero ingresó sin signos vitales. Por más que los médicos de guardia trataron de reanimarla para salvar su vida no pudieron, era demasiado tarde.
Se negaron a declarar
En el cuarto de cadáveres se encontraba la infante. Sus seres queridos estaban en las afueras, la madre lloraba y su padre caminaba de un lado a otro, hablando por teléfono.
Entre las cosas que se rumoraban en el centro asistencial es que la pequeña había recibido una dosis no adecuada de la medicación; se trató de hablar con el padre para que relatara lo sucedido e indicó que no iba a dar explicación alguna.
No querían autopsia
Funcionarios del Eje Contra Homicidios del Cicpc llegaron hasta el sitio para retirar el cadáver y abrir una averiguación del caso y los familiares pedían que se la entregaran de inmediato, que ellos no iban a hacer denuncia alguna porque se trataba de una muerte natural.
En vista de que las causas de la muerte no están claras, pues los médicos indicaron que según los récipes lo que ordenaron en el CDI de Las Sábilas son dosis adecuadas para el peso y estatura de la niña; y lo que se le indicó en el ambulatorio de Tamaca tampoco era causal como para que una pequeña perdiera la vida, se tenían que realizar los respectivos análisis forenses.
Los investigadores deben estar seguros de por qué murió la infante para poder entregar su cuerpo, deben precisar si la niña no padecía de alguna patología que no fue descartada a tiempo, o si en su vivienda le dieron una dosis más alta de lo indicado, porque en los centros asistenciales a los que acudió no le suministraron nada (sólo dieron las indicaciones para los tratamientos), o si por el contrario los récipes dados no tenían la medicación adecuada.
Por eso se debe esperar los resultados de la autopsia que será la que dará los resultados exactos de la causa de muerte de la pequeña y se tiene previsto sea practicada en el día de hoy