Entre Borrego y Maradona salvamos la patria.
“El país está mal Presidente”. Esto se lo repitió varias veces el presidente de FEDECÁMARAS al presidente proclamado por el CNE (Chuo Torrealba dixit), en el primer diálogo entre gobierno y no gobierno. El presidente arrugó la cara pero no dijo mucho. No sé si fue que estaba conteste de lo que le decía Roig o fue que no entendió bien. Conociendo al personaje es posible lo segundo. Lo que ha pasado desde entonces le ha dado la razón, con creces, al presidente de la patronal. El país estaba mal, muy mal, y ahora está peor, para ser más claro está “más peor”, a ver si con esta “rebusnancia” lo entienden los “revolucionarios”. Y esto viene mal no desde que el heredero asumió el coroto no, esto viene mal desde el mismo momento en que el teniente coronel felón, hoy supremo, eterno y difunto pudo engañar a un número importante del país votante y se mudó de Yare a Miraflores. Allí mismo comenzó su tarea destructiva invocando un proceso ya probado y fracasado en otras latitudes mucho tiempo ha. Pero parece que el ser humano es así, sobre todo si ese ser humano es formado en los cuarteles.
Pues bien, la economía está un pelín más abajo del suelo, posiblemente dentro del tal submarino de Giordani, la inflación rumbo a tres dígitos, el bolívar fuerte tísico, los productos de la dieta básica y de la no tan básica, brillan por su ausencia. No hay agua, ni luz, ni cemento, ni cabillas. Las divisas tan perdidas como el hijo del aviador americano; la corrupción es una pandemia nacional; la pilanca de asesinatos supera cualquier cifra de las actuales guerras del medio oriente. La deuda, tanto interna como externa, se está haciendo impagable. Todo, todo está mal. Y ahora se le une a estos males el comienzo de la desbandada oficialista. “Yo no fui”, “yo lo dije”, “si mi comandante en jefe estuviese vivo otra cosa sería”, “es tu culpa”•, “no, es la tuya”. Y así la pelota de un campo al otro como en Brasil.
Pero llega la gran solución. El cerebro del puesto por el CNE (según Chuo), comienza a funcionar. Ya probados todos los asesores de países no imperialistas, incluidos los antimperialistas imperialistas, se regresa al origen. Se ha contratado a un genio de las finanzas públicas. Un egresado de la Universidad de La Habana, supongo que de la otrora muy ilustre dada la casi “octogenariedad” del personaje, con postgrado en la no muy ilustre universidad Patrice Lumumba, de Moscú, pero sobre todo, según el de la hermana república, porque “fue compañero de Ernesto Che Guevara por allá en las batallas de la revolución”, combatiente en Angola, integrará un equipo para la reestructuración del gobierno venezolano, conjuntamente con Ricardo Menéndez y Jorge Arreaza. Es decir que el compañero del culpable del estrepitoso fracaso económico de Cuba, el geógrafo destructor del parque industrial del país y el internacionalista, yerno del difunto, destructor del INCE, todos unidos para salvar la patria, es decir para hacer una “revolución dentro de la revolución, a fin de cambiarlo todo para servir al pueblo”. Cómo les quedaría el ojo a Giordani y a Navarro.
Ahora si es verdad que nos jodimos todos ustedes, como gusta decir a un hermano mío. Creo que lo que viene es un cambio, no de políticas, sino de gobierno. Así que a preparar las comisiones de enlace. Pasajeros con destino desconocido favor abordar por la puerta de atrás. Chao Nicolás o será chao Rafael.