Los comienzos en Hollywood no son nada fáciles y a veces puede ser preferible construirse una identidad paralela que pelear con unos antecedentes que pueden negarte oportunidades.
Es lo que le pasó a Eva Longoria, que ha confesado cómo fueron estos duros comienzos: «Cuando aterricé en Hollywood, todo el mundo me preguntaba que si era italiana. Dependiendo de si la persona trabajaba en la industria audiovisual o no, daba una respuesta u otra. si el objetivo era conseguir un papel en las muchas audiciones a las que me presentaba, decía que sí, que era italiana. Estaba dispuesta a hacer o decir lo que fuera necesario para conseguir lo que quería», confesaba para la revista «Variety».
Sin embargo, su oportunidad llegó justamente con un papel latino. Eva encarnó a Gabrielle Solís en la mítica serie «Mujeres Desesperadas». Su personaje como una mexicana ama de casa dio la vuelta al mundo y la llevó al estrellato. Ahora, diez años después, Eva se muestra completamente orgullosa de sus raíces, esas que la han llevado a ser una de las personalidades más representativas de Hollywood.