Planteamientos – Modelo empresarial en el fútbol

No solamente se trataría de analizar el caso específico del fútbol. Cualquier otro deporte encaja en la actividad que requiere organizar recursos e ideas, pensada en términos de alcanzar el éxito, en tanto postulado axiológico del mundo de los negocios. Hoy, salvo raras excepciones, que son bastantes, no se concibe ningún emprendimiento sin una gerencia o planificación estratégica mínima.
El tema del fútbol como negocio, desborda las pasiones y las emociones que puede generar entre los fanáticos, en medio de una red global que interconecta a millones de personal en tiempo real. Sostiene, Manuel H. Restrepo (Pasión y negocios del fútbol), que éste se ha convertido en una mercancía, creada, calculada, una mezcla de capital trasnacional e identidades colectivas para producir ganancias pero también una vía de despojo por otros medios.
La firma londinense Euromonitor Internacional, especializada en análisis de mercado, refiere que “la Copa del Mundo 2014 impacta de manera positiva en la economía de Brasil, con un repunte de empleos impulsado principalmente por los sectores de turismo y alimentos”; además de destacar la guerra comercial entre las compañías que buscan promocionar sus productos con la imagen de futbolistas reconocidos.
La Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol, FIFA (por sus siglas en inglés), “actualizando sus estrategias”, para cada ocasión, dispone de un formato-tipo asimilable a una Ley General de la Copa que somete a consideración de cada gobierno. Allí se establecen las condiciones para el desarrollo del torneo. En el caso de Brasil, al momento de discutirse, en el 2012, llovieron las denuncias en cuanto a que se entregaba al ente federativo la explotación comercial de “todos los símbolos nacionales relacionados con el fútbol”, otorgándole prioridad a las marcas que seleccionara, en un número cercano a mil; el control de la venta de entradas a los juegos; alquileres de habitaciones y salones VIP; derechos de transmisión; igualmente se establecía una cláusula la indemnización por parte del gobierno brasileño, en caso de generarse pérdidas para la organización, por desastres naturales o eventos inusitados.
Entre las grandes beneficiarias del torneo mundial estarían Mc Donald y Coca- Cola, que como patrocinantes a cambio lograrían la exoneración de impuestos por un año. Inicialmente, se planteó que la inversión privada financiaría la construcción y remodelación de los doce (12) estadios y la infraestructura adicional en las ciudades-sedes. En medio de la polémica electoral, las críticas señalan que finalmente fue el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, la entidad que aportaría el 98% de los fondos.
Como negocio político – afirman algunos- la conflictividad que se promovió cuestionando el gasto en que se incurre y las demandas no atendidas por mejoras en salud, educación, vivienda y transporte público, cuando se radicalizaron vinculándose a la violencia, recibieron el rechazo y se debilitaron el acercarse la fecha de la inauguración, según reporta Datafolha, un instituto brasileño de estadísticas. Aparte del despliegue militar para garantizar la seguridad, exigido por los organizadores.
“Bussines is bussines”, el viejo lema que traduce “negocio son negocios”, está presente en el modelo empresarial de la FIFA. Por algo, después de la experiencia de Suráfrica, ahora se estima en 3.500 millones de dólares el monto de las ganancias a obtener.