La profesora Mireya Vivas asumió la dirección del Saina Lara y de inmediato inició los contactos para incorporar a toda la sociedad larense a los programas a desarrollar en beneficio de los niños y adolescentes que se encuentran en el llamado albergue de El Manzano.
“Un niño o adolescente en condición de alto riesgo social es un problema de todos, Estado, familia y sociedad, que deben estar incorporados a su protección integral”, enfatizó.
Considera necesario adelantar programas a nivel de la familia para que ninguno de sus miembros tenga que ingresar a ese albergue.
A pesar de los pocos días que lleva al frente de la institución, ya ha logrado recabar importante información sobre su funcionamiento y uno de los puntos negativos está en el de niños y adolescentes cuyos padres ni siquiera les visitan, lo que considera irregular.
“La Lopna establece una responsabilidad de crianza por parte de ambos padres, de acuerdo a sus artículos 358 y 359 por lo que están en la obligación de vigilar a sus hijos y si no cumplen están propensos a sanciones”, afirmó.
Insistió en su propósito de convocar a todos los sectores de la sociedad, incluyendo la Iglesia y las familias, para el cumplimiento del Plan Fénix del gobernador Falcón, dedicando algunas horas de la semana a aportar ideas destinadas al desarrollo social de los menores incorporados al Saina.
Ese no es un problema a ser resuelto solamente por el gobernador, es un problema multifactorial en el que todos debemos estar dados a participar en su solución.
La profesora Vivas tiene entre sus proyectos la creación de un banco de personas, consistente en el aglutinamiento de hombres y mujeres que puedan aportar algo para la orientación correcta de los niños y adolescentes que hoy día están bajo la protección del Saina.
Se le preguntó sobre la situación en el albergue y dijo que hay normalidad luego de los hechos de violencia de hace algunos días y con respecto a los jóvenes adultos allí ingresados, informó del traslado a la Comandancia de Policía y Uribana de algunos de ellos, aunque aún quedan otros mayores que mantienen conductas acordes con las normas que rigen en el centro.
Explicó que de acuerdo a la ley, pueden estar allí hasta los 21 años mientras mantengan buena conducta.