Somos muchos los venezolanos, y no venezolanos de nacimiento, que en el fondo deseamos un mejor país, donde predominen la paz y la convivencia, donde todos seamos excelentes ciudadanos empujados por la fuerza del amor, apostando a una sola voz por el bienestar para todos, sin que priven el color ni la ideología política ni religiosa. Hay espacios para todos, cada quien aportando con cariño su creatividad en positivo, detractándose de la envidia, odios y rencores, que lo único que hace es fomentar la ruina de cualquier país. Ojala Dios nos indique el camino de la unión y nos convierta a todos en los constructores y hacedores de la paz como principal ingrediente de fortalecimiento, y tengamos un país lleno de prosperidad, donde se nos respeten nuestros derechos y armoniosamente se nos invite a cumplir con nuestros deberes.
¿Qué es lo malo e indigno que hemos hecho los ciudadanos de este país?, no sé a quién preguntar. ¿Por qué tenemos que vivir asustados, bajo una permanente amenaza por la gran inseguridad? Me resisto a creer que la inseguridad tenga tanto poder y que sea inmanejable, mucho menos vencida, es muy triste decir esto y oír los comentarios a nivel nacional e internacional.
Leí un periódico extranjero adepto a nuestro país, en el que decían que aparte del atropello por la gran escasez, la inflación y el alto costo de la vida, si a esto le sumamos cosas peores, como lo difícil que nos mantiene en jaque, es estar vivo.
Estas cosas nos entristecen, nos ponen a pensar y a rogarle a Dios que nos devuelva el amor y las buenas costumbres, que volvamos a ser la gente buena, que nos aceptemos y nos amemos pensando siempre en el beneficio mutuo.
Si deseamos un país próspero, seguro, de pleno empleo, estabilidad económica, abundancia para todos, que nos autoabastezcamos por esfuerzo propio, que se estimule a quien desea producir en todos los rubros, muy especialmente al sector agropecuario, productor de alimentos y agroindustrial, que nos sobre este rubro y nos dé el disfrute de producir lo que consumimos, aspiro a que esto suceda cuando la convivencia venza la diatriba y triunfe la unión, sin olvidar que ningún árbol tiene ramas tan estúpidas para luchar entre sí.
Debemos todos unidos en oración y acción, luchar con mucha fuerza aportando en positivo nuestros esfuerzos y creatividad con optimismo, consciente de que sólo fracasas cuando abandonas, buscas excusas o mueres; y sin temor a equivocarme ese no es el caso nuestro. Todos debemos apostar a un país que brille y no a un país asustado, opacado, pagando deudas que no hemos contraído.
Dios nos ilumine para lograr una pronta rectificación y a la vez nos perdone, ya que nos dio una patria dotada de todo, ¿por qué debemos vivir en constante amenaza por la inseguridad, inflación y el alto costo de la vida? Despertemos todos y seamos parte de lo que debe ser un hacedor, no olvidemos que el fracaso es la negativa a establecer un plan de trabajo para su cumplimiento cualquiera que sean los obstáculos.
Unidos todos por el éxito y el crecimiento de la familia ganadera (Fedenaga).
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Jgmendozabarqto
