El presente ciclo invernal, nuevamente, dejó estragos en un congestionado inicio de semana. En diversos puntos de la ciudad se evidenció, a través de lagunas, las considerables dimensiones. La vulnerabilidad de los drenajes y el colapso de alcantarillas son las causas más denunciadas por los ciudadanos que exigen atención inmediata de la municipalidad.
La madrugada de este lunes se presentó un aguacero sobre la meseta barquisimetana, de inmediato inició la acumulación de agua en puntos del este, centro y oeste, donde tradicionalmente se han mostrado estas falencias.
En el este de la ciudad, se apreciaron las lagunas en las avenidas Lara y Los Leones, lo cual afectó la movilidad urbana de la zona. En consecuencia se produjeron longitudinarias colas y retrasos en personas que se dirigían a sus trabajos.
Sin embargo, las aguas estancadas de mayor intensidad se observaron en la urbanización El Pedregal, en las inmediaciones de un edificio en construcción, y en la avenida Morán a la altura del Destacamento 47 de la Guardia Nacional. En ambos lugares, el desbordamiento superaba con facilidad la calzada de la acera, obligando el paso cauto de los conductores y maniobras in extremis de los peatones.
“Es una locura manejar en esta ciudad cuando cae un aguacero. Todo se inunda y se congestionan las calles. Necesitamos respuestas rápidas y efectivas. Nuestros carros suelen dañarse por ingreso constante de líquido, pero si sucede esto: ¿quién responde por nuestros vehículos?”, se cuestionó la señora Yolanda Rodríguez al pasar por la avenida Morán.
En el centro de la ciudad la situación era la misma. Largas filas de vehículos sobresalían de las distintas carreras. El paso era lento e inconstante. Algunas irregularidades del asfalto también hicieron mella en los ciudadanos.
“Si comúnmente el centro es congestionado, la situación empeora cuando llueve. Requerimos de sistemas de canalización acordes para las lluvias de la ciudad. Pasan los gobiernos y eso sigue igual”, reclamó César Gutiérrez al tiempo que sorteaba una acera cubierta entre agua y fango.
Las zonas más críticas eran la carrera 24 con calle 9 y la carrera 21 con calle 30, en este último punto se encontraba una cuadrilla de Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica), cuyos trabajadores extraían el agua con un succionador.
“No hijo, esto se desborda todo. El agua hasta ingresa a los establecimientos comerciales y muchos carros se apagan. Para mí es difícil caminar por acá porque las aceras también están dañadas”, denunció la señora Noreidys Evíes.
Asimismo, se reportó un fuerte congestionamiento en horas de la mañana en la avenida intercomunal Barquisimeto-El Cují, donde a la altura del Polígono de Tiro, una laguna reducía el paso del tránsito automotor.
La totalidad de los consultados exigieron, con prontitud, una planificación necesaria para la refacción y construcción de sistemas de canalización para la ciudad.