Salomón Centeno, economista, explicó que el Estado, a través de las políticas del Gobierno nacional, ha sido el promotor principal y máximo responsable del problema de inflación que registra el país. En este sentido, Centeno indicó que el problema venezolano es producto de todas las distorsiones económicas que el Gobierno nacional ha mantenido a consecuencia de los controles excesivos sobre esta acción.
En el caso de la inflación, Centeno explicó que es un flagelo que afecta a todos los sectores del país, pero especialmente perjudica a quienes devengan menores ingresos y dependen de un sueldo para sostener a sus familias.
Recordó las cifras que ya fueron publicadas por el Banco Central de Venezuela sobre la inflación durante el mes de abril (5,7%), y que ya está por encima al índice que se registra en países vecinos durante todo un año, como Colombia (3,6%) o Chile, que durante el 2013 registró una inflación de 3%.
En Venezuela, explica el economista, todos los controles que se han prolongado durante tanto tiempo han generado dicha situación, pero, especialmente, la medida que más ha influido sobre la inflación es la emisión de dinero inorgánico a través de la impresión de billetes por parte del BCV, sin respaldo en dólares producto de la venta de petróleo al exterior.
En parte, este dinero que se ha impreso desde el órgano del Estado ha sido para financiar los planes sociales del Gobierno, además de costear los gastos de Pdvsa a nivel nacional.
En total, durante el último año, el BCV otorgó alrededor de 170.000 millones de bolívares a la empresa estatal, y durante los últimos tres años un aproximado de 430.000 millones de bolívares para el mismo destino.
En este sentido, y si no se toman los correctivos necesarios, el economista no considera descabellado que los índices de inflación, en lo que respecta al precio de los alimentos, pudiera alcanzar la cifra de tres dígitos. “La inflación de los alimentos ha sido de más del 80%. En siete meses más, podríamos llegar a esos tres dígitos”.
Se necesita Gobierno austero
Para Centeno la solución del problema requiere de ciertas medidas “duras” para el venezolano, y que suponen la condición de un Gobierno que reduzca los gastos adquiridos en el financiamiento de planes sociales. Dentro de las medidas, se contempla el aumento del precio de la gasolina, así como también la eliminación de algunos convenios con países extranjeros que supone proporcionar petróleo a precios muy bajos.
Sin embargo, desestima que el Gobierno nacional pueda llevar adelante dichas medidas debido al problema ideológico y las disputas internas que existen entre los representantes del partido oficial.
