La selección nigeriana, campeona de África, no debería tener problemas en su inicio en el Mundial de Brasil el lunes frente a Irán, el adversario teóricamente más débil del grupo F, antes de enfrentarse a Argentina y Bosnia.
Para su quinta participación en un Mundial (después de 1994, 1998, 2002, 2010), las Águilas Verdes podrán empezar con calma antes de medirse a dos rivales más serios por la clasificación para los octavos de final. Cualquier resultado que no sea una victoria podría tener duras consecuencias tras su éxito en la Copa Africana de Naciones 2013 en Sudáfrica.
Pero, Nigeria puede estar tranquila porque los iraníes llegan a Brasil como unos completos desconocidos. El «Team Melli», que disputa su cuarto mundial (después de 1978, 1998 y 2006), se ha visto penalizado por el contexto geopolítico.
Con un entrenador de la talla de Carlos Queiroz al frente, Irán sueña con poder, al menos, repetir su mejor resultado logrado en 1998 con una victoria muy simbólica sobre Estados Unidos (2-1).