Lectura – Bárbara

El término Bárbara nos resulta familiar debido a que la novela más difundida del escritor venezolano, Rómulo Gallegos, recibe este nombre como título. Bárbara es, pues, el personaje central de la obra.
En el santoral de la iglesia católica hay un día y una virgen para celebrar con mucha popularidad sus fiestas.
La palabra bárbara para los creadores, los griegos, los seres más inteligentes, los fundadores y creadores de la Grecia clásica. Este pueblo que destapó la ignorancia para dejar en libertad los poderes creadores de los cuales se ha beneficiado en abundancia toda la humanidad. Todo el  conocimiento sin limitaciones ha sido posible y hoy  las ciencias y las artes son  patrimonio general para el disfrute de  la humanidad.
Para los griegos de entonces, bárbara significaba extraño; los que no pensaban ni hablaban su misma lengua. Los que procedían y actuaban de otros modos de ser y de vivir. Todos los pueblos que no hablaban el griego, que como se sabe inicialmente fue más que un idioma, un conjunto de dialectos: jónico, eólico o aqueo, dórico que luego ya unificado, con recursos aportados por otras lenguas concluyó por ser  la lengua de los helenos.
Bárbara es palabra denigrante para los pueblos que vivieron más allá del norte de sus fronteras. La inteligencia de los griegos otorgó al término un  sentido de exclusión, de inferioridad, de extranjeros. Los griegos no aceptaban que otros grupos humanos pudieran ser sus iguales. Otras lenguas de otros grupos no podrían compararse con la suya. De modo que bárbara cundió tanto entonces como denominación general para otros pueblos, que todos esos pueblos al norte de río Rin y al norte del río Danubio, también fueron motejados de bárbaros. Los mismos pueblos de origen germánicos que en el siglo V destruyeron el Imperio Romano con invasiones y asentamientos en sus tierras y que ahora configuran los estados europeos; pueblos que dieron señorío e identificación a esas sociedades que en ella habitan desde entonces. En el castellano, Bárbara es un nombre de mujer y llamamos barbarismos a las incomprensibles garrafalidades. Son términos que tienen su origen en ese bárbara que los griegos crearon para denominar los pueblos que no hablaron su lengua. Es  la resumida historia de una palabra que se ha conservado en las hablas para referirse con ella a parecidas o diferentes significaciones.
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