El sector de educación privada aguarda expectante el aumento de su matrícula escolar, el cual será fijado por la Superintendencia de los Precios Justos (Sundde) en conjunto con el Banco Central de Venezuela (BCV), obedeciendo a la regulación impuesta por el ministerio de Educación desde hace cinco años.
Asociaciones de padres y representantes esperan por un ajuste significativo que permita la sustentabilidad en las instituciones.
Alexis Ramírez, coordinador nacional de la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes (Fenasopadres), opinó que el Gobierno Nacional debe fijar el monto de la matrícula de acuerdo a la estructura de costos de las instituciones.
“En estos últimos años los incrementos anuales han estado en un 22% (2010 -2011), después en 15 (2011 – 2012), luego en 10% (2012 – 2013) y por último se mantuvo en 10% para el presente año escolar cuando la inflación se coloca entre 55 y 60%. Esto nos refleja que el Estado está divorciado con la realidad de este sector”.
De acuerdo a su criterio, el aumento de la matrícula escolar debe estar ubicado entre un 50 y 70%, cifras que relaciona con el índice inflacionario presente en el país.
“Estamos con este problema desde que iniciaron los controles a las instituciones privadas, causando la descapitalización de los colegios, la disminución de los servicios y el detrimento de la calidad educativa.
Pero el gran problema de todo este asunto, es que me están vulnerando mi derecho de escoger la educación que quiero para mis hijos. Cada padre, de acuerdo a sus perspectivas económicas y sociales inscribe a sus hijos donde quiera y donde se oferten mejores proyectos educativos”.
“El gobierno debe entender que este problema va mucho más allá, puesto que el 65% del presupuesto general de los colegios se va en pago al personal, quienes también deben recibir periódicamente ajustes salariales”, prosiguió
Migración a la educación privada
En otro tema, Ramírez sostuvo que la inexistencia de cupos en las instituciones privadas se debe al deterioro de la educación pública.
“En vez de ponerle control a los colegios, el Estado debe concentrar sus fuerzas en mejorar el sistema de educación oficial, el cual ha sido duramente criticado por el ciudadano común que opta por el proyecto privado debido a su aceptable indicativo de calidad. Sin embargo, los colegios fueron concebidos para albergar poca cantidad de alumnos y por tanto se presenta la inexistencia de cupos”.