La intención era hacer un análisis crítico de los temas discutidos en la cumbre de la Tierra Río+20 o conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable, celebrada en junio del año en curso, en Río de Janeiro, Brasil.
Estudiantes del 6º semestre de licenciatura en Desarrollo Humano, de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, este lunes dramatizaron las reacciones de los representantes de miembros del Grupo de los Ocho (G8), Alba y grupos organizados en cumplimiento del plan de evaluación de la materia Cambio Climático, dirigida por el profesor Rafael Javier Rodríguez.
El objetivo
Imaginaron estar en la silla de los protagonistas y establecieron una comparación certera entre los temas fijados para la discusión y los eventos que descubre la realidad de los pueblos latinos.
“Tocamos todos los puntos: políticos, sociales, económicos y principalmente ambiental. Nos dedicamos a estudiar las propuestas de cada grupo de la cumbre y en la actividad defendimos los intereses particulares. Algunas cosas nos sorprendieron porque hay decisiones que afectan significativamente a la madre Tierra y a sus hijos”, dijo en primera instancia David Gómez.
Asimismo, Diezmar Escalona, expresó la importancia de enfocar todos los proyectos socioeconómicos, desde la premisa de cuidar el ambiente a favor de la humanidad.
Cuidado del ambiente, debe ser prioridad
Para hacerle frente a los problemas ambientales suscitados en los últimos 15 años, se han organizado infinidad de encuentros entre los representantes de los países que conforman el globo terráqueo.
Así lo expresó Rusmary Barcos, quien pormenorizó los intereses de los grupos de Río+20.
“Por lo menos G8, conformado por países industrializados, cree y apuesta por una economía verde, mientras que los miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), asegura que éstos sólo están enfocados en el aspecto económico. Hay discrepancias entre lo planteado por cada uno. Recuerdo que con la cumbre lo que se busca es que se firmen acuerdos y pactos para que los países con más poderío se comprometan con el cuidado del ambiente”, dijo.
Frutos de la cátedra
Por su parte, Wilmary Herrera y Jesús Olivares, coincidieron en que este tipo de actividades son importantes, no sólo para cumplir con una cátedra, sino también para construir un criterio acertado.
“A través de esta asignatura, y específicamente de este debate, logré darme cuenta de lo que verdaderamente pasa con el ambiente en el país y el mundo entero. Realmente fue muy impactante escuchar, en medio de la dramatización, a otro grupo defendiendo intereses que afectan a los países más pobres. Fue toda una enseñanza. Pienso que esta experiencia debe ser llevada a todos los salones de clases de la universidad para ser profesionales críticos y dispuestos a presentar propuestas”, aseguró Herrera.
Foto: Edickson Durán
