Rafael Nadal y Novak Djokovic juegan con una raqueta, pero son las piernas y el cerebro sus mejores armas para sobrevivir a una rivalidad que lleva al límite a los dos mejores tenistas del momento.
“Rafa” y “Nole” librarán mañana en París un nuevo duelo en su cara a cara particular, un enfrentamiento que aunque no tiene el aura del clásico entre Nadal y Roger Federer casi nunca deja con ganas de más a los aficionados.
“Son diferencias claras. Son contrastes de estilos distintos. Son partidos totalmente distintos. Contra Federer era un partido más táctico, más de repetición. Con Novak es un partido más de tener que jugar al límite de las posibilidades los dos”, analizó el español, número uno del mundo, antes de la final del Abierto de Francia.
Nadal libró duelos de leyenda con Federer. Sin embargo, el lento pero continuo declive del suizo en los últimos años fue dejando en segundo plano su vieja enemistad en la pista. Quizá inconscientemente, el español se refirió a su rivalidad con el helvético con un “era”, en pasado, mientras que al hablar de la de Djokovic utilizó un “es”, en presente.
La cuesta abajo de Federer fue paralela al ascenso de Djokovic, un tenista lejano del estilo clásico del 17 veces campeón de Grand Slam y mucho más próximo al tenis de guerra que propone el español.
Y es que Nadal y Djokovic son dos jugadores que plantean partidos al límite en todos los sentidos: nadie entrega un punto, todo hay que pelearlo, corriendo de lado a lado de la pista para golpear pelotas imposibles. Así, no es extraño que sean los protagonistas de la final más larga de la historia de los Grand Slam, la que jugaron durante cinco horas y 53 minutos en el Abierto de Australia 2012.
“Me he visto envuelto en rivalidades continuadas”, explicó Nadal tras arrollar a Murray en semifinales. “La mayoría de jugadores tienen una rivalidad y yo me he visto envuelto en una y consecutivamente en otra. He enlazado una con otra con dos jugadores que, vamos a ver cómo terminan su carrera, pero igual mis dos rivalidades son contra dos de los mejores jugadores de la historia de este deporte”.
“A nivel mental y a nivel psicológico yo durante toda mi carrera he tenido poco respiro. Yo para ser número uno he tenido que hacer siempre una barbaridad de puntos todos los años. Eso mentalmente es un desgaste continuado. Pero lo que es para mí también lo es para mi rival”, agregó el español.
Nadal, de 28 años, y Djokovic, de 27, se conocen mejor que nadie: el de mañana será su enfrentamiento número 42. Y hasta el momento el español suma apenas tres victorias más que el serbio.
“Nadie me lleva al límite como Novak”, dijo Nadal después de batir Djokovic en la final del Abierto de Estados Unidos de 2013, un partido en el que protagonizaron un peloteo de 56 golpes. El serbio bien podría pronunciar la frase cambiando “Novak” por “Rafa”.
Djokovic, que buscará mañana el primer puesto del ranking y conquistar el último Grand Slam que le falta, aseguró que a lo largo de sus enfrentamientos con Nadal fue aprendiendo cómo aguantar mentalmente.
“Supongo que cada año gané experiencia en saber cómo lidiar psicológicamente con ciertas situaciones”, dijo Djokovic, que mañana afrontará el duelo con la confianza de haber ganando los últimos cuatro duelos con Nadal.
Aunque conscientes de las tendencias que hay en el tenis, “Rafa” y “Nole” saben que cada final de un Grand Slam es un partido aparte.
“Lo que se está viviendo en esta época de que para ganar un torneo importante te tienes que enfrentar a los mejores no se ha vivido nunca en el pasado. Y es un desgaste mental que hace que todos tengamos subidas y bajadas. Por eso hay estas tendencias”, señaló Nadal.
