La consulta nacional sobre la calidad educativa, impulsada por el Ministerio de Educación, es según el experto en temas educativos “una gran oportunidad para que todos reflexionemos sobre cuál es la educación que queremos”.
Antonio Pérez Esclarín, ex directivo de Fe y Alegría y reconocido por sus invaluables aportes intelectuales al ámbito educativo, forma parte de la comisión nacional por la calidad educativa y en conversación telefónica con EL IMPULSO respondió con franqueza a ciertas interrogantes que muchos padres, representantes y docentes se hacen sobre la iniciativa que ha sido cuestionada desde que fue anunciada por el presidente Nicolás Maduro, en cadena nacional.
A su juicio, es un logro que en estos momentos la educación se encuentre en el centro del debate nacional y sea objeto de discusión y reflexión.
“La idea es que entre todos digamos cómo queremos que sea la educación, qué cosas habría que cambiar y lo que nos preocupa. Muchas personas la rechazan, pero pienso que el gobierno está corriendo un gran riesgo con esta consulta, porque si mucha gente participa y se pronuncia sobre lo que le preocupa de la educación, si expresa sus miedos, será muy difícil que esos planteamientos se dejen de tomar en cuenta”.
La abstención es, en definitiva, permitir que otros decidan por ti, sentenció. “Entonces luego no te quejes si el modelo de educación que sale no es el que tú querías”.
-¿Las preguntas y la propia consulta buscan consolidar la educación socialista establecida en el Plan de la Patria?
-El Plan de la Patria no aparece para nada en la consulta. En la primera versión sí aparecía pero se mandó a quitar porque implicaba un condicionamiento y se trataba de una concepción que no aparece en la Constitución. Quienes hacen alusión a este tema se refieren a una versión inicial de la consulta que no está contemplada.
-¿Es cierto que existe un currículo educativo ya elaborado y que se dará a conocer luego de la consulta?
-Hay personas que aseguran su existencia, pero es falso. El currículo nacerá precisamente de la confrontación de ideas sobre lo que la mayoría desea y sobre lo que establezcan las líneas rectoras de la educación del futuro. También existe preocupación por la Resolución 058 (relativa a los consejos educativos que derogaron a las asociaciones de padres y representantes), pero se trata un ordenamiento que se promulgó hace dos años y nadie se había pronunciado; en particular, me parece que su espíritu es positivo porque propicia la participación de la comunidad educativa en la escuela y, durante años, la principal queja de quienes hacen vida en la mayoría de los planteles ha sido precisamente que los padres y representantes no se integran en las actividades. Creo que algunos elementos han sido malinterpretados; por ejemplo, de ningún modo está contemplado que grupos políticos ingresen al ámbito escolar y propicien la destitución del director, y si esto ha sucedido en alguna institución se trata de una aberración que ha dado pie a tanto temores.
-El instrumento de la consulta es cualitativo, con preguntas de respuestas abiertas, entonces ¿cómo será la sistematización de los datos?
-La preocupación en este punto es una realidad, para mí la mayor dificultad, y así lo he planteado, es garantizar que los sistematizadores serán objetivos y atiendan a lo que las personas quieren decir. Pero, necesariamente las preguntas deben ser generales porque la idea es que la gente piense cómo quiere que sea la educación. Para mí el objetivo es que la gente comience a preocuparse por la educación y eso se ha logrado, porque antes de todo este revuelo nadie se preocupaba por el sistema.
La educación de los pobres, por ejemplo, no preocupa a nadie y es allí donde hay escuelas en pésimas condiciones y muchos docentes desmotivados. El hecho de que todo esto se comience a plantear, a mi modo de ver, es un gran logro. Pero mi gran temor es la sistematización y, más allá, que se tome en cuenta lo planteado y es allí donde la responsabilidad recae en quienes conformamos la comisión nacional.
-¿Es cierto que gran parte de la comisión está conformada por simpatizantes del gobierno?
-Es falso. La integran varios viceministros y representantes de universidades. Al principio, quienes tenemos una postura crítica éramos minoría, pero se ha abierto el compás y ahora también la conforman personas con una postura muy adversa a las políticas del Gobierno. Hay representantes de la Universidad Católica Andrés Bello, está el doctor Leonardo Carvajal, el director de Educación del municipio Sucre (Caracas), Lucio Segovia, la integrante de la directiva de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), Trina Carmona, entre otros. El ambiente de las reuniones, cuatro reuniones realizadas, es de mucho respeto, de alto nivel, uno se siente libre de expresar sus ideas.
El ministro de Educación, Héctor Rodríguez, ha dejado claro que “quiere escuchar todas las voces”, asegura Pérez Esclarín, “ha entendido, por ejemplo, que se deben escuchar las voces de la educación privada porque hoy son muchos los que la prefieren”.
El especialista recomienda a las personas que intenten quitarse los fantasmas de la cabeza, analicen con objetividad, responsabilidad y mente abierta, las preguntas que se plantean en la consulta.
Calidad educativa, asignatura pendiente
Según Esclarín, la calidad educativa es la gran asignatura pendiente, “como lo he afirmado en varios artículos se han hecho esfuerzos en dotación e infraestructura, pero no para mejorar la calidad de los bachilleres, por ejemplo, que es muy baja. La mayoría de los egresados de los liceos desconocen las operaciones elementales de matemática y no leen”.
La educación está mal y solo desde un diagnóstico objetivo, de reconocer nuestros problemas y expresar nuestros miedos, podremos contribuir a que la educación sea mejor, señala. “Es verdad, que en este momento crítico que vivimos es muy difícil apelar a la credibilidad, hay mucha suspicacia en el ambiente y la gente tiene argumentos válidos para dudar.
Pero me preocupa que como la educación es un tema sensible esté siendo tomada como bandera política de la oposición o el gobierno”.
Al ser consultado sobre la participación de los niños en la consulta, respondió: “La Constitución nacional y todas las políticas avanzadas en el mundo, incluidos los derechos del niño, dicen que son sujetos de ciudadanía y, por ende, deben participar y ejercer su derecho como ciudadano, de acuerdo a su nivel de madurez.