De luto y profundamente conmovido se encuentra el Cuerpo de Policía del estado Lara por el asesinato a sangre fría del oficial jefe Juan Evangelista Murillo, perpetrado por dos sujetos, a la entrada del barrio Jacinto Lara, al oeste de Barquisimeto, aproximadamente a las 10 de la noche del viernes.
A esa hora, el funcionario policial, de 33 años, quien se hallaba franco y por tanto andaba vestido de paisano, salía del quiosco “La esperanza de Dios”, propiedad de su progenitora, María Murillo, popularmente conocida como “La Negra”, quien le había preparado unas empanadas, las cuales compartió con su esposa, María Alvarado, con quien tenía dos hijos varones, de 11 y 8 años de edad.
Al establecimiento, situado a un lado de la autopista Florencio Jiménez, en sentido oeste-este, del lado sur, sin pavimento de asfalto y por tanto en una franja de tierra, a pocos metros de la entrada del barrio Jacinto Lara, había llegado en su automóvil Chevrolet Century, color azul, modelo 1983, en cuyo tablero había dejado el suiche y otras llaves.
El oficial jefe se encontraba muy contento porque en el día había participado en el desfile del Cuerpo de Policía del estado Lara, que se llevó a efecto en la carrera 19, entre las calles 22 y 42, de esta ciudad y había encabezado la delegación de Fundalara, portando el estandarte de ese sector.
El funcionario había salido primero para prender su vehículo y lo seguía su esposa cuando sorpresivamente aparecieron los dos antisociales -cuyas edades aparentemente oscilan entre los 17 y los 19 años-, quienes muy envalentonados encañonaron a la pareja, utilizando una pistola.
A María Alvarado la obligaron a regresarse al quiosco, que está resguardado con pared de bloques, rejas y techo.
No bien había ingresado la señora al establecimiento cuando se oyeron los disparos.
Los delincuentes, al parecer, pensaron que Murillo se estaba negando a darles la llave del carro, ya que las había dejado en el tablero, como era su costumbre cuando visitaba el kiosko, y se enardecieron disparando a sangre fría.
Tres de los balazos dieron en la humanidad del funcionario, quien falleció inmediatamente.
Juan Evangelista Murillo, cuyo padre es Juan Rodríguez, había nacido en Guarico, municipio Morán, y era el mayor de tres hermanos.
Egresó de la Escuela de Policía del estado Lara en el 2004, formando parte del curso número 1 de Policía Bancaria.
La directora general del Cuerpo de Policía, comisionada jefe abogada Marisol de Gouveia, estuvo en la morgue y al hablar con los reporteros se mostró muy acongojada.
Dijo que Murillo había laborado en Duaca, en el sector Andrés Eloy Blanco y últimamente en Fundalara. Destacó la trayectoria del funcionario, a quien calificó como un héroe de azul, quien destacó por su apego al trabajo policial. “Era lineal, correcto, responsable”, resumió. “Una pérdida más para el Cuerpo”.
Se tienen datos de los asesinos
El comisario Luis Rodríguez, segundo comandante del Cuerpo de Policía del estado Lara, durante una rueda de prensa que dio en su despacho, se refirió a la muerte del oficial jefe Juan Evangelista Murillo.
Dijo que los asesinos llegaron al lugar a pie y sorprendieron por la espalda al funcionario policial cuando se disponía a abordar su vehículo, quien era un deportista, practicante de las artes marciales y quien se había destacado por su buena disposición para atender a los niños y jóvenes.
Declaró que se tienen datos de los delincuentes, incluyendo apodos.
Fotos: cortesía del Cuerpo de Policía