La gran mayoría de los 18 clubes de fútbol que disputan el campeonato nacional venezolano buscan crear una nueva liga para mejorar la calidad de este deporte, todavía secundario en el país caribeño.
Es sólo un proyecto, pero la intención es que para el año 2015 la recién formada Asociación de Equipos Profesionales cree una nueva liga organizada principalmente por los mismos clubes y no en exclusiva por la Federación Venezelana de Fútbol (FVF), como ocurre en la actualidad con el campeonato nacional.
Pasan los años y el fútbol venezolano sigue estando a la cola del continente: Venezuela es la única selección de la Conmebol que no ha ido nunca a un Mundial y ninguno de sus equipos ha pasado de cuartos de final en copas continentales como la Libertadores o la Sudamericana.
La sensación entre los clubes es que, en este país donde el béisbol es el rey indiscutible, no hay un proyecto sólido para el fútbol y acusan a la FVF de todos los males: poca profesionalización desde las categorías inferiores, mala calidad del arbitraje, manejo poco transparente de los ingresos por derechos de televisión, por contratos con patrocinadores y por participación en competiciones continentales.
“Hay mucho por hacer en el fútbol venezolano, el desgaste de esta gente (directiva) que lleva 20 o 25 años en la Federación no ha permitido esos cambios necesarios”, explica a la AFP Énder Luzardo, propietario del Deportivo Lara y vicepresidente de la Asociación de Equipos Profesionales.
“No queremos desconocer la autoridad de la Federación ni quitarle sus espacios, pero queremos formar una nueva liga porque los que ponemos el espectáculo somos nosotros. Queremos más autonomía y mejor reparto de los derechos de televisión, de los sponsors. La federación recibe mucho dinero de muchos organismos, pero nosotros a veces tenemos que poner dinero de nuestro bolsillo para jugar por ejemplo la Libertadores”, agrega.
Un mejor espectáculo
Para Jován Pulgarín, director de Líder, uno de los principales diarios deportivos del país, el hecho de “que los propios directivos y quienes ponen el dinero de sus nóminas se encarguen de la liga debería llevar hacia una mejora del espectáculo”, que atraiga más público a unos campos que a veces están casi vacíos.
“Uno de lo grandes problemas que hay actualmente es que la federación tiene el monopolio, son ellos los dueños de los derechos de televisión y los reparten de manera no muy transparente, porque ni siquiera la prensa tiene conocimiento oficial de cuánto pagan las empresas de TV por trasmitir el campeonato”, explica.
A ello hay que añadirle que muchos partidos del campeonato no se televisan -bien porque coinciden en horario, bien por motivos de poco interés comercial – con lo que los ingresos disponibles disminuyen.
“Los inversores prefieren poner su dinero en la ‘vinotinto’ (selección nacional) que en el campeonato local, porque es una disciplina de masas como el béisbol”, agrega Pulgarín.
Faltos de ingresos televisivos o de taquilla, la mayoría de clubes tienen que depender de aportaciones de las alcaldías o las gobernaciones de sus estados.
Mientras los clubes siguen definiendo cómo sería esta nueva liga -si la primera división seguirá teniendo 18 equipos como ahora, si el campeonato tendrá dos torneos, el Apertura y el Clausura-, la FVF advierte que, para poder crearla, los clubes deberán contar con su aval.
“La federación no les puede decir a ellos que no pueden separarse para hacer su torneo, pero tiene que ser con una serie de condiciones que la misma federación tiene que poner. Lo que le va a dar aval en los torneos internacionales es la Federación, si la Federación no le da el reconocimiento a la liga ellos se quedan sin Copa Libertadores, sin Copa Sudamericana”, advierte a AFP Nelson Carrero, responsable de la comisión de selecciones de la FVF.
A finales de mayo o principios de junio está prevista una reunión de presentación del proyecto a la directiva de la FVF.