Observadores políticos creen que, al suspender las conversaciones con el Gobierno venezolano, los líderes moderados de la oposición cedieron a la presión de la base radical del movimiento opositor, que están hirviendo de rabia tras las detenciones masivas y las declaraciones confusas sobre la imposición de sanciones de parte de la jefe de la diplomacia de Estados Unidos para América Latina.
En la víspera, las fuerzas de seguridad venezolanas arrestaron a 105 personas durante un operativo en la concurrida avenida Caracas en momentos en que las protestas contra el Gobierno se calientan y cuando las divisiones en la oposición se hacen más evidentes ante la posibilidad, o no, de que Estados Unidos aplique sanciones al país.
La protesta, convocada por los estudiantes el miércoles, ocurrió un día después de que la oposición congelara unas conversaciones que adelanta con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, aduciendo que el diálogo resulta imposible luego de la detención de más de 200 manifestantes la semana pasada, que son estudiantes, y que habían estado acampando durante semanas afuera de las oficinas del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas y en tres plazas más de la capital.
Oposición dividida
Las divisiones dentro de la oposición habían sido evidente desde hace algún tiempo: los moderados se han opuesto a las protestas callejeras que se realizan desde febrero tan sólo dos meses después de que el Gobierno se impusiera en las elecciones a la alcaldía.
La estrategia de la línea dura, que buscan forzar la renuncia de Maduro, consiste en aglutinar a la opinión internacional en contra su gobierno. Pero a diferencia de Estados Unidos, el rechazo generalizado en contra del Gobierno ha tardado en materializarse entre los gobiernos de América Latina. Gobiernos de línea moderada apoyan las conversaciones entre oposición y gobierno.
“Hay una clara división en la oposición acerca de si usted juega el juego de la política o buscar una intervención internacional”, dijo en una entrevista desde Caracas David Smilde, analista de la organización Oficina de Washington para América Latina (WOLA por sus siglas en inglés).
Algunos miembros de la oposición reconocen que las sanciones serían contraproducentes, y que posiblemente la administración Obama pueda ser culpada por los problemas económicos de Venezuela de la misma manera como el embargo de Estados Unidos en contra de Cuba, que ya cumple medio siglo, fue utilizado para reforzar el apoyo al Gobierno comunista de ese país.