Varios cientos de universitarios marcharon el miércoles de forma pacífica por el este de Caracas y hasta la Fiscalía del Ministerio Público, para exigir la liberación de manifestantes detenidos, en medio de un tenso contexto generado por la decisión de la coalición opositora de suspender los diálogos con el gobierno.
Al grito de «La calle no calla, seguimos en batalla», los jóvenes, algunos de ellos con telas en el rostro y máscaras, marcharon por una de las principales avenidas del este de la capital enarbolando una inmensa pancarta que decía «Nuestros sueños no caben en una celda».
Los estudiantes esperaban marchar desde una plaza hasta la sede de la Fiscalía General, en el centro de la ciudad, pero luego cambiaron la ruta hacia el edificio donde funcionan las oficinas del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo debido a que las autoridades de Caracas no aprobaron el permiso de circulación por la capital.
La protesta se dio en medio de la tensión generada por la decisión que tomó la víspera la coalición opositora de suspender el proceso de diálogo con el gobierno en rechazo a la reciente represión de una marcha de universitarios y el desmantelamiento de cuatro campamentos opositores.
El presidente Nicolás Maduro dijo la noche del martes que existen presiones de «sectores extremistas» que desde Estados Unidos estarían buscando terminar con los diálogos y descartó que se vaya a «parar de la mesa de diálogo».
«Espero que ellos (la oposición) tampoco se paren. Ya el hecho de estar dialogando y debatiendo es un avance democrático importante», afirmó Maduro al asegurar que espera reunirse con la coalición opositora el jueves en presencia de los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador y el nuncio apostólico en Caracas.
El secretario general del partido opositor Acción Democrática, Henry Ramos Allup, ratificó el miércoles la posición de la llamada Mesa de la Unidad Democrática de suspender los diálogos con el Ejecutivo e indicó que la coalición opositora no acudirá al encuentro del jueves anunciado por Maduro.
Ramos Allup dijo a la emisora local Radio Caracas que la reactivación de los diálogos depende de que «el gobierno tome decisiones. Ahora si el gobierno no puede tomar decisiones por sus problemas internos, porque las distintas facciones no permiten avanzar, bueno el diálogo va a fenecer».
El dirigente expresó que si los tres cancilleres sudamericanos viajan a Caracas la coalición opositora se reunirá con ellos en privado para plantearles las razones que los llevaron a congelar los diálogos. «Ellos han estado muy preocupados, pero como facilitadores tienen que guardar un gran equilibrio y tampoco pueden estar actuando como factores de presión», agregó.
El presidente adjunto de la Federación de Centros Universitarios de la estatal Universidad Simón Bolívar de Caracas, Alfredo Graffe, consideró «totalmente válida» y «coherente» la decisión que tomó la coalición opositora pero manifestó dudas de que esa medida pueda llevar al gobierno a un cambio de actitud. «El gobierno ha demostrado que esa (la represión) es su política. Su política es tener las calles lo más militarizadas posible», agregó.
Los jóvenes entregaron un texto para exigir la liberación de estudiantes detenidos y además el «cese de la represión» por parte de los cuerpos de seguridad a un representante del Ministerio Público