Entonces, reinó la palabra en el habla. Había sido una larga batalla en el tiempo. Había conseguido desplazar a la imagen visual. El habla como la imagen visual es también imagen; imagen auditiva. El proceso del hombre para descubrir y descubrirse como ser fónico es largo en el tiempo. Se descubrió como emisor de sonidos; sonidos que carecen de sentido, en consecuencia no tienen significación. Entonces, el hombre fue domando sus órganos productores de sonido para domesticarlos y hacerlo un medio articulado. Se educó en el sentido de diferenciarlos y con un leve manejo del aire, de la lengua, de los labios, del ápice de los dientes y de la fosa del paladar, con la obediencia de todos ellos, el sonido, con su variedad articulatoria , se multiplicó en sonidos. El paso siguiente consistió, mediante el uso de los sonidos articulados darle nombre a los caracteres primarios que en conjunto llamó alfabeto; el alfabeto podía combinarse y pronunciar en conjuntos esas combinaciones para estructurar las palabras del habla.
Igualmente, entonces, pudo distinguir que una minoría de esos sonidos eran puros y les dio el nombre de vocales. El resto de los sonidos organizados en el alfabeto no eran puros. Eran sonidos compuestos. Para su pronunciación, necesariamente, debía acompañárseles de un sonido vocal. A estos sonido llamó consonantes; suenan con… Eran, como se sabe, sonidos impuros. Organizados en el habla: sistema artificial de signos de un pueblo.
La pintura reinaba entonces como medio de manifestación del hombre, dibujada en las rocas, en los muros internos de las cavernas, en todo medio sólido en donde el hombre de entonces había determinado manifestarse para sí y para los demás. El habla organizada en las palabras terminó por llamarla lengua: conjunto de signos lexicales del cual hace uso una comunidad.
Entonces, desplazada la imagen visual por el habla: sistema de signos artificiales. La imagen acústica del habla, más expresiva y más funcional que la pintura asumió con suprema sobriedad su reinado. Fue así como la humanidad desde la divulgación para todos de un alfabeto creado por el hombre, con las reglas o normas para su organización en palabras, se acogió al habla que desde entonces reina ante cualquier otro medio.
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