La sensibilidad humana y la responsabilidad profesional del Foro Penal Venezolano se hicieron sentir esta semana en Lara, cuyos directivos tuvieron la iniciativa de reunirse en Barquisimeto con las víctimas de las agresiones, tratos crueles, torturas y situaciones inhumanas por parte de las comisiones de la Guardia Nacional Bolivariana durante los momentos en los cuales participaron en las protestas que se activaron el 12 de febrero.
Los días miércoles y jueves, Alfredo Romero, director ejecutivo del Foro Penal Venezolano, y su director, Gonzalo Himiob Santomé, junto al equipo de esta institucionalidad en Lara, representada por los abogados Pedro Troconis, como coordinador en Lara, Manuel Virgüez y Abraham Cantillo, entre otros, brindaron una vez más apoyo jurídico, moral y espiritual a quienes aún convalecen de las heridas sufridas.
La permanencia de los dos días en la ciudad de la directiva nacional le dio la oportunidad a las víctimas de poder acercarse a ellos y así denunciaron los atropellos de los cuales fueron objeto, con riesgo de haber perdido sus vidas.
Fue así como catorce personas se atrevieron directamente a confesar al Foro Penal cada uno de sus casos, los cuales fueron debidamente recibidos y atendidos por este equipo de profesionales del Derecho al servicio de los ciudadanos.
Romero comentó que se trata de un recorrido que emprendieron por las zonas de mayor registro de agresiones en el país, a objeto de monitorear de cerca la situación, la cual comenzó el 14 de abril de 2013, con saldo de varios heridos, fallecidos y detenidos.
Dentro de esa gira situaron a Lara en el cuarto lugar como el estado con un alto número de agresiones y detenciones en Venezuela, estando en primer lugar el estado Miranda, seguido del Táchira y luego Carabobo, este último donde se produjo el crimen de la joven Geraldín Romero con un disparo en la cabeza ejecutado por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana.
Su madre, Rosa Orozco, clama justicia ante esta sensible muerte.
Romero confesó que hasta el miércoles el Foro Penal Venezolano contabilizó 214 personas detenidas en Lara, de ahí su posicionamiento en el cuarto lugar por acciones de privación de libertad de ciudadanos, correspondientes a dos meses de protestas.
Esas 214 detenciones se incluyen en los 2.447 procedimientos en todo el país, llevados a cabo por la Guardia Nacional Bolivariana.
“Nos mantendremos solidarios con esta lucha que libra el pueblo de Lara”, expuso.
Las catorce denuncias recopiladas se realizaron mediante testimonios en videos, en los cuales se observan claramente las agresiones gravísimas que produjeron los castrenses a las víctimas con perdigones, la mayoría perdigones de plomo, sostuvo.
Lamentó que Lara sea el estado donde se ha reportado la mayor cantidad de personas a las que le dispararon esos perdigones de plomo en las manifestaciones pacíficas, lo cual demuestra el abuso de poder de los funcionarios, y la violación flagrante que hacen al primer aparte del artículo 68 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual prohibe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones pacíficas.
Felicitó a las catorces personas torturadas por la valentía que tuvieron para dar la cara y hacer sus denuncias, lo que demuestra que quienes resultan vejados por la autoridad confían en el apoyo del Foro Penal Venezolano y de todas las diligencias que hace con los organismos encargados de administrar justicia, en virtud de que se resuelvan cada uno de los casos, en los que hubo homicidios, y homicidios frustrados por parte de la institución castrense, aparentes abusos sexuales y violación a la honorabilidad de las personas al cortarles el cabello a varias damas, escupirles el rostro y vejarlos con acciones denigrantes por el solo hecho de pensar distinto.
Realmente está convencido que el irrespeto a los derechos humanos de los ciudadanos aumenta cada vez más en el país.
Fundamentó este razonamiento tras contabilizar en toda Venezuela cerca de 80 casos de torturas de personas trabajadores, honestas y estudiantes.
Sorprendido, puntualizó que en Lara la característica particular ha sido la sistematicidad de la tortura y tratos crueles, “no solamente desde el 12 de febrero de este año, sino desde el 15 de abril de 2013, fechas que no se olvidan”.
Rechazó categóricamente el esquema reiterativo del Gobierno de imputar y culpabilizar a personas, sin ni siquiera tener algún tipo de evidencias en su contra, privándolos de libertad, mientras más de 1.350 son sometidas a procesos penales con medidas cautelares, que aunque salgan a la calle siguen procesándose por tribunales.
Gonzalo Himiob Santomé, director del Foro Penal Venezolano y profesor universitario, determinó que en Venezuela se criminaliza el ejercicio del derecho a la protesta contemplado en el artículo 68 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
A esto se agrega, contó, las diversas agresiones infringidas contra los manifestantes por parte de civiles que actúan bajo el amparo de los cuerpos de seguridad del Estado.
En torno al procedimiento de las 14 denuncias recibidas en Lara, explicó que primero levantan los videos testimoniales de las víctimas, a quienes identifican debidamente y les piden que cuenten sus historias.
En segundo lugar, corroboran con los exámenes médicos practicados a las víctimas, y fijaciones fotográficas con los videos de los agredidos.
En tercer lugar se busca concatenar lo expresado por las víctimas con posibles testigos y luego se realiza un contraste para descartar lo que pudiera ser manifiestamente falso que no se ajuste a la justicia nacional e internacional.
“…caí casi muerto”
Oscar Morillo, una de las víctimas, contó su testimonio.
El estudiante de Ingeniería Informática de la UCLA recordó que el 4 de abril, en El Cardenalito del Este, a las 3:00 de la tarde, una tanqueta de la Guardia Nacional Bolivariana saltó una barricada y lo sorprendió junto a un grupo de compañeros que manifestaba de forma pacífica en dicho lugar.
“Recibí un disparo en el lado derecho de la cara. Caí casi muerto. Tapaba el rostro con mis manos y los guardias me siguieron disparando unas cinco veces hasta que me destrozaron el tendón de la mano derecha. Pensé que si no me levantaba me matarían, me paré y corrí levantando mis manos para que cesaran el fuego, hasta que llegue arrastrándome junto a mis compañeros. Continuaron disparándome en la nuca. Tengo fractura de cráneo.
Fueron paramilitares
Wladimir Díaz, estudiante de Ingeniería Civil de la UCLA, reveló que al abdomen le disparó un grupo “paramilitar, acompañado por un piquete de 21 guardias nacionales y de la PNB”, en el momento que repartía comida a sus compañeros en el Decanato de Ciencia y Tecnología.
Fue intervenido en el Pastor Oropeza y ahora recibe amenazas por Internet.
