Roger Federer, el tenista de todos los récords y, muy probablemente, el mejor de todos los tiempos, intentará lograr un nuevo título en el torneo de los Juegos Olímpicos en la ‘Catedral’ de Wimbledon, donde es sin lugar a dudas su máximo sacerdote.
Pero, Federer ya sabe lo que es colgarse una presea olímpica, puesto que en Pekín-2008 junto a su compatriota Stanislas Wawrinka conquistó el oro en dobles.
Un mes atrás exactamente, el helvético ganó su séptimo torneo Abierto de Gran Bretaña (el primero fue en 2003) al vencer al británico Andy Murray en cuatro sets, 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4, y así recuperó el primer puesto de la clasificación de la ATP, que primero le había birlado el español Rafael Nadal y después a éste el serbio Novak Djokovic.
Con este nuevo lauro igualó el récord de títulos en Wimbledon y el lunes pasado el de semanas al frente de la jerarquía mundial, con 287. El primero lo comparte con el mítico estadounidense Pete Sampras, a quien superó en la segunda plusmarca.
«Alcancé a mi ídolo, es un momento mágico para mí», había dicho el campeón ante la presencia de su mujer, Myrka, y sus hijas gemelas, Charlene Riva y Myla Rosede, de 3 años de edad, quien se puso al frente de la ATP por primera vez en febrero de 2004.
Ahora, además Federer cuenta con 17 títulos en los torneos del Grand Slam en su palmarés, otro récord en el que había superado a Sampras (14) hace tres años.
Sin embargo, este último Wimbledon fue el primer título de los grandes para el tenista de Basilea, quien cumplirá 31 años tres días después de que finalice el torneo de tenis olímpico, después del Abierto de Australia de 2010, lo que habla de dos años y medio de sequía a este nivel.
Además de referirse a su ídolo de la infancia, tras su triunfo, el jugador oriundo de Basilea había destacado: «soy nuevamente campeón de Wimbledon y eso me da más confianza para los Juegos. De hecho, quizás me saqué un poco de presión de encima el hecho de haber ganado este año en Wimbledon (…) Por supuesto, los Juegos Olímpicos son mi próximo objetivo»,
Sin hacer demasiadas conjeturas, sí se puede afirmar que las estadísticas están por completo de su lado.
El tenista de 1,85 de estatura y 85 kg de peso, un diestro que le da de revés a una mano, residente en Bottmingen, en su país, quien debutara en el circuito en 1998, ha ganado la friolera de 75 torneos en lo que va de su carrera. Además de sus 17 títulos del Grand Slam, fue finalista en otros 7, y también ganó 6 torneos de Masters.