Si al ver las fotografías de Simón Alberto Orellana, reportero gráfico de EL IMPULSO, piensa que se trata de los destrozos que dejaron bombardeos en países del Oriente, se equivoca. En Las Sábilas, al norte de Barquisimeto, el drama que viven las familias a causa de la inseguridad, se aprecia en las ruinas que antes fueron viviendas. El terror está sembrado en los habitantes.
Es tan preocupante la situación con la delincuencia en la comunidad, que buena parte de los vecinos, temerosos por sus vidas, han dejado la urbanización popular, sin importarles ni siquiera el inmueble. De allí que se observen restos de las casas, ahora transformados en “guaridas de delincuentes”, al menos, así lo hicieron saber los residentes en una protesta pacífica, en la vía Duaca, ayer martes.
A pesar que las propias personas de la barriada, han demolido las estructuras familiares, precisamente, impidiendo que sean ocupadas por antisociales, el hampa se esconde y reúne entre los escombros. Lo peor del caso, es la falta de cooperación de los organismos de seguridad. “Ni los policías se atreven a venir”, dijo una de las vecinas a quien, por cuestión de seguridad, no se identifica para la nota periodística.
Problemas que agobian
Dexy González, miembro del consejo comunal Luisa Cáceres de Arismendi, de la comunidad Las Sábilas, perteneciente a la parroquia Tamaca, declaró que el servicio del aseo urbano es bastante deficiente. Tardan largos días en recoger los desperdicios acumulados en las esquinas y frente a las viviendas, generando un terrible ambiente de insalubridad.
Incluso, en las calles de las diferentes manzanas o etapas que conforman la urbanización, se observan los montones de basura, impidiendo la circulación de vehículos. Los voceros han puesto la queja en el Instituto Municipal del Aseo Urbano (Imaubar), sólo que hacen caso omiso a las peticiones de los vecinos. Olores desagradables y alimañas, se hacen presenten debido a la contaminación en el ambiente.
“Las autoridades nos tienen olvidados. Quisiéramos un mejor porvenir para nosotros, la comunidad necesita de todo: un mejor servicio del aseo urbano, el arreglo de las vías, alumbrado público, entre otras prioridades que harían más digna la vida de los vecinos”, expuso la dirigente comunitaria.
Con respecto al mal estado de la vialidad, informó que la Gobernación del estado Lara realiza unos trabajos de reparación en la entrada de la urbanización, pero el resto de vías, no serán rehabilitadas. ¿La razón? No hay presupuesto suficiente.
Huecos, en todos los tamaños, dificultan el paso de automotores y de transeúntes. Caminar de un sitio a otro, representa un verdadero peligro, por los inmensos cráteres formados en la capa asfáltica.
La escuela necesita cerca
La vocera Dexy González, habló también de la escuela Arturo Uslar Pietri, la cual carece de una nueva cerca perimetral. Las ventanas y otras estructuras del plantel educativo, igualmente, deben ser cambiados o continuará exhibiendo una apariencia de abandono.
La Zona Educativa, dijo la vecina, conoce la situación de la institución de primaria, sin embargo, hasta la fecha no envían los recursos para repararla. “Los niños, merecen instalaciones modernas, que los motiven a estudiar”.
Por último, mencionó las deficiencias en el suministro de agua. Con cisternas, abastecen sus hogares, debido a que no sale nada de los grifos. Entre ocho y diez bolívares, cuesta llenar una “pipa” (recipiente) de agua salobre, por si fuera poco, dañina a la salud.
Solicitan a las autoridades, tomando en cuenta todas las necesidades, una atención integral que les permita salir de abajo. Superar la pobreza y, sobre todo, dejar atrás las señales de la delincuencia, es lo que más anhelan los vecinos.
Fotos: Simón Alberto Orellana