Un concepto innovador, atractivo y sustentable, inspirado en un desarrollo ecológico, esa es la carta de presentación de Manaos y su Arena Amazonia, un imponente recinto que espera albergar cuatro encuentros de la fase eliminatoria del mundial Brasil 2014
Comenzó la cuenta regresiva, a poco menos de dos meses, Brasil ya presume de escenarios de los que bien vale la pena hablar. El esfuerzo no ha sido el vano, todo lo contrario, aún en medio de carreras “contra reloj”, típicas de los días previos a la organización de un evento como el mundial de fútbol, el gigante amazónico abre sus puerta para gritarles al mundo “bienvenidos a esta fiesta”.
Brasil tiene muchas cosas que exponer, a parte de su imponente infraestructura hotelera, su aparato de transporte público e imponentes atractivos turísticos, sus estadios, esos espacios construidos, algunos de ellos al calor del evento mundial a desarrollarse en sus tierras entre junio y julio del presente año, ya comienzan a finiquitar los últimos detalles, ya esperan la llegada de millones de visitantes de todo el mundo.
Sao Paulo, Curitiba, Cuiabá, Fortaleza, Natal, Recife, Salvador de Bahía, Brasilia, Belo Horizonte, Porto Alegre, Río de Janeiro y Manaos (Arena Amazonia), éste último inspirado en un proyecto ajustado a normas de sostenibilidad, apegado a las últimas innovaciones de desarrollo ecológico, pensadas para preservar la diversidad de la Selva Amazónica, será sin duda una de las grandes sedes de Brasil 2014.
Pero si bien el Arena Amazonia, antiguo estadio Vivaldão, ubicado en la hermosa región de Manaos, probablemente no sea un escenario tradicional del fútbol brasileño, tiene razones para celebrar, su construcción ecológica posee una estructura metálica similar a la de un nido de paja típico de la región, que protegerá la parte externa de las gradas. Las aguas pluviales, por ejemplo, serán almacenadas para su uso posterior en los baños o la irrigación del césped. Del mismo modo, la luz solar, abundante en esta parte del país, generará energía limpia y renovable.
Sus paredes vegetales contribuirán a la reducción de los gastos de energía y, sobre todo, al control de la temperatura dentro del estadio. El Arena Amazonia tendrá 42.374 localidades, restaurantes, aparcamiento subterráneo y un acceso por medio de carril bus. Albergará cuatro partidos de la primera fase de la Copa Mundial de la FIFA 2014 (Inglaterra-Italia, Camerún-Croacia, Estados Unidos-Portugal y Honduras-Suiza) y servirá posteriormente como un gran punto de atracción turística para espectáculos y eventos en la región.
La imponente obra tardó cuatro años en construirse y costó cerca de 290 millones de dólares, unos 70 millones más de lo previsto originalmente.