El cuerpo del oficial de Polilara Julio César Yagua Guédez, de 26 años, quedó tendido en posición boca arriba. Tenía heridas de bala en la cara espalda y el pecho.
El uniformado patrullaba en moto junto con un compañero, por el Área Comunal El Ujano a pocos metros del túnel, en el norte de Barquisimeto, cuando observó debajo de un árbol a cinco hombres que según las fuentes policiales son azotes de la zona y solicitados por los cuerpos de seguridad.
Funcionarios que llegaron al sitio y vecinos que presenciaron el hecho informaron que los policías le dieron la voz de alto a los hombres. Estos huyeron dentro de la vivienda y el funcionario entró tras ellos. Según las versiones de los vecinos los hombres le dispararon y se formó un tiroteo en el sitio, hasta que el policía cayó herido. Se conoció que los homicidas, luego de herirlo, lo remataron.
Los hombres huyeron por la parte trasera de la casa, en dirección a los rieles del tren. El crimen se supo de manera instantánea. Decenas de policías llegaron a la zona y se instalaron en el lugar para resguardar la escena.
El rancho donde quedó el cuerpo era de dos piezas, construido en base de lata, pintadas de azul, con un porche de tierra y una cerca de alambre de púa.
Los cuerpos policiales implementaron un operativo policial en la zona, para tratar de ubicar a los asesinos. Un montón de curiosos que llegó a la zona, aseguraban que no sabían nada de lo que había ocurrido, pero murmuraban unos con otros sobre cómo había ocurrido el hecho. La calle Urquidea del área comunal El Ujano, donde ocurrió el asesinato, estaba colmada de funcionarios de Polilara y la Policía Nacional.
Un joven comentó que el homicida es el líder de una banda que tiene azotado al sector y opera en la distribución de estupefacientes en la zona. Detalló que es un muchacho de entre 17y 19 años, supuestamente implicado en la muerte de un joven asesinado el 1º de enero de este año en la zona. “Varios jóvenes estaban en una fiesta el 1º de enero, él llegó y como vio que no eran del sector los apuntó con una pistola y les dijo que se fueran. Cuando el joven se estaba montando en la moto, le disparó”, comentó el curioso.
Algunos familiares con los rostros tristes llegaron al sitio. Estaban en silencio, lloraban por ratos y por momentos lograban controlar las lágrimas. Una prima, quien no se quiso identificar, comentó que Yagua Guédez llevaba tres años como oficial de policía. Deja una niña de 9 años y vivía en la calle 3 de la Ruezga Sur. Actualmente era inspector y cursaba estudios universitarios. Pertenecía a la Brigada de patrullaje del Centro de Coordinación Policial Fundalara y estaba adscrito a Las Clavellinas.
Funcionarios del Cicpc llegaron al sitio, levantaron el cuerpo e iniciaron las averiguaciones del caso.
